Más de una treintena de personas afectadas ayer por el desalojo del asentamiento ilegal de Can Rova han pasado la noche repartidos en el polideportivo del colegio s’Olivera, el Centro de Acogida Nazaret y el de baja exigencia de sa Joveria, según ha informado el Ayuntamiento de Santa Eulària, que para organizar el reparto se ha coordinado con Cáritas.
A última hora de la tarde de ayer, un grupo numeroso, de unas 30 personas entre adultos y menores de edad, regresó a los alrededores de la zona donde había estado residiendo antes del desahucio por orden judicial y fue atendido por los servicios sociales del consistorio santaeulaliense.
Inicialmente, este departamento entendió que el trabajo que habían llevado a cabo con los residentes del asentamiento ilegal había dado sus frutos y que los grupos más vulnerables habían acudido por sus propios medios a la red insular. Sin embargo, no había sido así.
Finalmente, en estrecha coordinación con Cáritas, realojó a unas diez personas, entre mujeres y niños, en el Centro de Acogida Nazaret; tres hombres adultos en el Centro de Baja Exigencia de sa Joveria y otras 20 personas adultas en el polideportivo del CEIP S’Olivera.
Anteriormente, desde el Ayuntamiento de Santa Eulària únicamente se había ayudado económicamente (con el pago de la fianza de una vivienda) a dos familias que lo habían solicitado, una de ellas durante el día de ayer y otra tras el operativo que tuvo lugar ayer miércoles.