La Asociación de Vecinos des Terç y Can Ramon de Baix retomará este domingo (20 horas), tras cinco años de ausencia, la fiesta de sa Font des Ierns, que forma parte del catálogo municipal de patrimonio histórico. Este enclave emblemático del barrio ha recibido tres grandes intervenciones por parte del Ayuntamiento de Santa Eulària que, en las dos últimas, realizadas entre 2020 y 2024, ha supuesto una inversión total de 215.083,08 euros (IVA incluido). En la fiesta participará la Colla des Broll y habrá también juegos tradicionales.
Por lo que respecta a la primera de las intervenciones más recientes, en 2020, consistió en la rehabilitación de la acequia del acueducto, en el saneo de grietas del acueducto, enfoscado mestreado y fratasado con mortero de cal de paramentos horizontales de las acequias, ‘broll’ y acueducto, revestimiento con pintura del ‘broll’ y acequias y una nueva solera en el ‘broll’ y cambio de sistema de iluminación.
La última, y de mayor calado, se ha efectuado entre 2023 y 2024. La intervención ha consistido en la adecuación del camino de entrada a la fuente mediante su ensanche, nuevo pavimentado de piedra caliza de Ibiza abujardada y la construcción de paredes de piedra que delimitan el camino hasta su llegada al conjunto hidráulico. También se han limpiado y labrado los campos anexos.
La Font des Ierns se encuentra dentro del torrente des Ierns. El nombre proviene del antropónimo Iern (a menudo escrito Yern), que es una forma local del nombre Isern, documentado en Ibiza el siglo XIV en el quartó de Santa Eulària. La fuente fue documentada por primera vez en 1637, pero el origen de este sistema hidráulico se ha fijado en la época andalusí y, probablemente, sea del Siglo X.
El entorno cuenta con un ‘broll’ dentro de un recinto ovalado que llevaba agua, a través de un canal, hacia las dos acequias, una por cada lado del torrente. La acequia de la derecha necesitaba salvar el torrente mediante un puente o acueducto de un solo arco de piedra. El ‘broll’ quedaba separado del torrente por un muro que ayudaba a contener las avenidas de agua del torrente. Según la documentación, la mayoría de los elementos existentes son de 1737 (con las lógicas reparaciones posteriores).
4 años para realizar una obra de tres meses de duración y que con 150.000 euros hubieran sido más que suficientes. Gran ejemplo de lo que tenemos en calidad de gestión política municipal (lenta y farragosa) e inversión (carísimo y lento en la ejecución). Menos mal que allí todos son votantes del PP y les pueden ningunear lo que quieran, que no habrá quejas. Al igual que a los trabajadores municipales.
No hay ni agua en el barrio pero hacemos fiesta… Quina vergonya!