Una jornada de aprendizaje, pensada para los más pequeños de la casa bajo el reclamo ‘Socorristas por un día’, ha congregado esta mañana en Cala Vedella a cerca de un centenar de niñas y niños, casi todos de las escuelas de verano del municipio, en una actividad organizada por el Ayuntamiento de Sant Josep, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Litoral y con la empresa adjudicataria del servicio de socorrismo, Marsave.
Conocer las banderas de aviso sobre el estado del mar, conocer el teléfono 112 ante una posible emergencia o ver en vivo y en directo cómo trabaja un socorrista en un rescate en la mar son algunas de las actividades que han llevado a cabo bajo la coordinación de Matías Martínez, al frente del equipo de socorrismo.
Esta jornada ha sido, en verdad, la culminación de una experiencia formativa que se ha desarrollado a lo largo del verano y que ha llevado a los socorristas a acudir a las 12 playas del municipio con diferentes actividades.
«En es Bol Nou (Sa Caleta) hemos explicado los peligros de los acantilados por los derrumbes y que no hay que buscar sombra bajo ellos, porque es peligroso», ha explicado Martínez, especificando que esta actividad era para todos los públicos, no solo para niños y niñas, y que se trata con ello de evitar sucesos como la muerte de un bebé en Formentera sobre el que cayeron unas rocas bajo las que los padres buscaban sombra.
«Prevención y más prevención», ha resumido el socorrista. En otras actividades desarrolladas en las playas han informado de las fuertes corrientes en Platges de Comte o de la necesidad de proteger la piel con productos solares de elevado espectro.
Con los niños y niñas que han acudido hoy a Cala Vedella, lo primero que han hecho es formación, explicándoles los significados de las banderas verde, amarilla y roja e indicándoles que pueden deberse a mala mar, presencia de medusas, etc…
«Saber estas cosas puede ser vital, la prevención es esencial», ha insistido el socorrista, que ha añadido que el primer paso es aprender a nadar muy bien y, el segundo, «ser conscientes de que el medio natural tiene sus peligros». Estas dos premisas tan básicas «son las que reducen las ratios de siniestralidad en las playas».
La cercanía del mar de la que disfrutan toda su vida los niños y niñas de Ibiza hace que sean bastante resueltos a la hora de nadar, por lo que «las posibilidades de que sufran un percance son menores en relación pequeños y pequeñas que vienen de otros lugares» sin mar.
Por su parte, la concejala Felicia Bocú, responsable de Medi Ambient, Sostenibilitat i Litoral de Sant Josep, ha aplaudido que un 20 por ciento de los participantes han sido pequeños que estaban por la playa con sus familias y que se han sumado espontáneamente a esta actividad de las escuelas de verano de Sant Jordi.
«Han sido finalmente cerca de 100 niños de 2 a 6 años y han aprendido muchas cosas sobre prevención», ha valorado y no ha descartado que la actividad despierte vocaciones por el mar, al hacer visible el trabajo tan importante de un socorrista. «Ojalá salgan en el futuro socorristas de esta actividad», ha deseado.