El pasado domingo en la cala de Benirràs, en Sant Joan, cerca de 50 jóvenes se concentraron por los acantilados y sobre los varaderos para ver la puesta de sol, a pesar de las señalizaciones que alertan del peligro de hacerlo.
«Uno de ellos patinó y cayó a las rocas desde una altura de seis o siete metros», una altura suficiente como para peder la vida, aunque tuvo suerte y solo salió herido del percance, explican desde el Consistorio a consultas de este medio.
Una embarcación recogió al joven accidentado y lo llevó hasta la playa, donde fue atendido por los agentes de la Policía Local de Sant Joan hasta que llegaron los sanitarios del SAMU 061 y lo socorrieron in situ.
Los agentes alertan de los peligros de estas imprudencias en sus redes sociales y explican que estos percances son evitables y se deben a no obedecer la señalización de no subir a los varaderos y acantilados.