De Ventura a RicJazzbo
Muy buenas, Ric. Una de las cosas que más nos divierten a los que nos pasamos media vida escuchando música es descubrir los primeros discos poco conocidos de grupos que más tarde se hicieron famosos con canciones y estilos completamente distintos. En el pop español un caso de manual es Gabinete Caligari, que aunque alcanzó el estrellato con el ‘rock torero’ y castizo, su nombre delataba un origen siniestro: las primeras grabaciones de Urrutia y compañía muestran a un grupo fuertemente influído por Joy Division, la onda siniestra, y toda la empanada mental y estética filonazi de estos grupos, sólo hay que escuchar sus primeras canciones: “¿Cómo perdimos Berlín?” y “Olor a carne quemada”.
Sin embargo, hoy pongo la lupa sobre otro grupo que alcanzó la fama con el rock bufo, se convirtieron en los primeros que hicieron hip-hop en la Península (en su caso, en gallego) pero cuyas primeras grabaciones los emparentan con los Gang of Four, la onda oscura, los Residents, los Suicide y la vanguardia neoyorquina de esa época tan fascinante que fueron los finales de los 70 y los inicios de los 80. Estoy hablando de Os Resentidos, la banda liderada por Antón Reixa, y más en concreto de su primer disco, el desconocido ‘Vigo capital Lisboa’ (1984).
Os Resentidos son un grupo con una carrera musical interesantísima que siempre ha vivido a la sombra del éxito de ‘Galiza caníbal (Fai un sol de carallo)’ -que seguro que habrás escuchado un millón de veces y que, la verdad, no deja de ser una canción pegadiza y muy graciosa-. En mi opinión, son lo más parecido a los Talking Heads que hayamos tenido jamás por aquí. Se trata de cuatro tipos con estudios y que se toman la música como un campo más en el que expresarse artísticamente, muy influídos por el dadaísmo y con mucho sentido del humor. Igual que el grupo de David Byrne, empiezan con el brutalismo tecno-punk y evolucionan hacia un sonido más pop para, posteriormente, abrirse a las influencias musicales afrocubanas. ‘Música doméstica’ (1987) sería una especie de ‘Fear of music’, y el tropicalismo de ‘Fracaso tropical’ (1988) el equivalente al ‘Remain in light’ de los del Lower East Side.
Os Resentidos eran obstinadamente gallegos pero, a la vez, fueron también un grupo neoyorquino y, como no podía ser de otra manera, acabaron desembocando de lleno en el hip-hop, que acogerían como su música de identidad en el ‘Jei’ (1990) y ya no abandonarían hasta su disolución.
‘Vigo capital Lisboa’ son los primeros balbuceos de esta máquina musical y, como no, son los más imperfectos, abruptos, violentos y ásperos. Su producción no es que sea lo-fi, es directamente del pleistoceno. El sonido es muy ochentero, los teclados suenan tremendamte a esa época, y los punteos de guitarra no dejan lugar a dudas. Nunca jamás se han vuelto a grabar canciones así.
Honestamente, me provoca un poco de aprensión que, cuando lo escuches, me tires el disco por la cabeza. ‘Vigo capital Lisboa’ contiene 16 temas y confieso que es muy irregular, pero sus momentos brillantes son inolvidables. ‘Que fass Fassbinder’ es un homenaje a la ‘onda fría’ de los grupos alemanes de la época y el mito de Berlín que crearon Bowie y Brian Eno aquella época. ‘Que fass Fassbinder’, voz y organillo, sería el equivalente al ‘Aprenda alemán en siete días’ de Derribos Arias. ‘In the ghetto’ es experimentación ruidista con una letra desquiciada que incluye ese ripio de “dunha puta e un portugués, naceu o primeiro vigués” que tantas veces se habrá escuchado en Riazor -y que tiene mérito, siendo el grupo de Vigo-. ‘Jet society’ podría ser una canción pop de los Television y ‘Cazar un ñu’ es un pastiche de esos que tanto gustaban a los Residents: tomar una canción popular archiconocida -en este caso el ‘Si quieres tomar tequila’- cambiarle la letra y ponerla musicalmente del revés.
‘Vigo capital Lisboa’ es, en definitiva, un disco rarísimo, que no ha escuchado casi nadie y que, sólo por eso, ya entra en la categoría de joyas perdidas del pop. Ric, puedes escuchar el disco íntegro en Spotify, así que ya me dirás. Por cierto, ¿se te ocurre algún otro ‘primer disco’ que nos dejaría con la boca abierta? Ahí te lo dejo. ¡Hasta la semana que viene!