El Consell Insular de Ibiza, a través del Departamento de Gestión Ambiental, ha solicitado a la Dirección General de Medio Natural y Gestión Ambiental del Govern balear la declaración de plaga en la isla de Ibiza por el llamado agente perforador del pino.
Se trata de dos especies de escarabajo, el Tomicus destruens y Orthotomicus erosus, que debido a la sequía están actuando con mayor intensidad, depositando sus huevos en la corteza del pino.
La larva de estos escarabajos se alimenta de los vasos conductores del árbol, interrumpiendo la circulación de la savia y provocando su muerte.
Es una especie autóctona que normalmente afecta a la madera muerta, pero que en condiciones de extrema sequía también ataca a los pinos vivos.
«Dada la situación de sequía recurrente en los últimos años y la extensión de la afectación en los pinos, se ha establecido como plaga en todo el territorio de Ibiza, ya que se observan cada vez más zonas de masa forestal afectada», admite el Consell. Una plaga que hay que recordar que no es la única, ya que también los pinos padecen la procesionaria.
Dado que la Conselleria de Agricultura y Medio Natural del Gobierno balear tiene las competencias en la gestión de plagas forestales, específicamente a través del Servicio de Sanidad Forestal, y ante la preocupación del Consell de Ibiza, se ha solicitado esta declaración de plaga para que se actúe de manera urgente y se minimicen sus efectos.
Entre las medidas para evitar la propagación de la plaga, la acción más efectiva es la eliminación de los pinos muertos o gravemente afectados.
También existe la posibilidad de utilizar métodos de trampas de feromonas que atraigan a los ejemplares machos y los capturen, evitando así su reproducción, aunque esta última medida no es muy efectiva en el caso del Tomicus.
El primer indicador que debemos observar para detectar al insecto es la presencia de ramitas por el suelo, debido al hecho que las devora por dentro y caen al suelo durante los meses de primavera.
También podemos observar la presencia de unos agujeros de entrada en la corteza con una forma de volcán de resina por donde entra en el árbol, al final del otoño.
El color y el vigor del árbol son otros indicadores para detectar la presencia de los perforadores del pino, a medida que el árbol se seca i se vuelve amarillento, el ataque se hace evidente. Para confirmar el ataque se puede rascar la corteza del árbol por encima del lugar en el que se encuentre un agujero de entrada y comprobar si ya se ha excavado la galería.
acabaran sustituyendo los pinos por mansiones… no hay que preocuparse