La Fiscalía ha decidido abrir diligencias de investigación penal (D.I.P.) tras la denuncia interpuesta por las Asociaciones de Vecinos de Sant Rafel el pasado mes de septiembre por la implantación y puesta en funcionamiento de la planta asfáltica ubicada junto a la carretera de Sant Antoni.
«La decisión de recurrir a Fiscalía por parte de las Asociaciones se tomó tras la recepción de muchas quejas y preocupaciones planteadas por los vecinos sobre el impacto ambiental y los posibles riesgos para la salud pública que esta planta asfáltica podía ocasionar». recuerdan en un comunicado en el que señalan que la planta está ubicada muy cerca de sus viviendas. Los vecinos aseguran que dieron ese paso tras haber recurrido con anterioridad al Ayuntamiento de Sant Antoni, al Consell de Ibiza y al Govern Balear, «sin haber obtenido ninguna respuesta por parte de las citadas instituciones que diera solución a sus problemas».
Además, Fiscalía ha pasado el informe al SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) para que lleve a cabo las investigaciones e informes necesarios.
«Teniendo en cuenta que algunos de los cometidos del SEPRONA son investigar para esclarecer delitos y faltas contra el medio natural, lucha contra vertidos y la contaminación del Medio Ambiente, la protección de suelo, agua y atmósfera, prevención e investigación de incendios, etc… tenemos la confianza de que realizarán su trabajo diligentemente», exponen en un comunicado.
Desde todas las Asociaciones de Vecinos de Sant Rafel celebran y agradecen esta acción de la Fiscalía, que valoran «como un paso positivo hacia la protección de nuestro entorno y la salud de nuestros vecinos».
Añaden que mantienen firme su defensa de un medio ambiente seguro y sostenible y que continuarán trabajando para garantizar que se respeten sus derechos y los de la comunidad.
Si carece de licencia debe cerrarse sin más. Si la tiene a trabajar. Por desgracia con tantas rotondas y megacarreteras Sant Rafel así como otras localidades necesitarán mucho, mucho asfalto. ¿De donde saldrá?