Un vecino de la zona de ses Figueretes ha expresado su malestar por el trato recibido por un policía local de Ibiza, en su caso hace ya más de un año, cuando paseaba con sus perras por el paseo marítimo, a raíz de la información publicada hace unos días por Noudiari en la que varios residentes del barrio denunciaban haber sido amonestados por pasear a sus perros por la playa.
Este vecino, que también fue sancionado y ya ha pagado la correspondiente multa ya que no se aceptaron los recursos que presentó contra ella, explica que los hechos ocurrieron en marzo de 2023, cuando se encontraba en el paseo de ses Figueretes con sus dos perras, que iban sueltas, una de ellas por la playa y la otra, más mayor y con problemas de salud, por el escalón que hay entre la arena y el paseo.
Según su relato, un agente de la Policía Local se le acercó y le dijo que la perra que iba por escalón de cemento tenía que ir atada. «La perra tiene una edad de 16 años, sufre problemas graves de artrosis, tiene una pierna con temblores y va a un ritmo mucho más lento, y según el día no puede ni caminar», describe este vecino en el recurso presentado posteriormente al Ayuntamiento.
El hombre contó estas circunstancias al agente y le indicó que el animal «prefiere ir por suelo duro ya que ir por la arena es un suplicio para ella». Sin embargo, detalla, el policía le dijo «bruscamente» que entendía la situación pero no podía hacer excepción alguna «para tener bien controlada su zona».
«Le respondo que su zona está hecha un desastre y que está en un estado lamentable. Es obvio que no le gusta lo que le digo y me dice ya más agresivamente que si le estoy echando la culpa a él. Le digo que no, pero que corresponde al Ayuntamiento o a los funcionarios del Ayuntamiento tener el lugar más limpio y en mejores
condiciones. También le digo que en estos tres años es la primera vez que veo un policía local andando por esa zona mientras paseo los perros», prosigue el relato.
Este vecino apunta que el agente le respondió que si tenía quejas informara al Ayuntamiento y que él le contestó que él era funcionario del Consistorio. «Sacude la cabeza de un lado a otro y me pide muy enfadado la documentación», continúa y agrega que le indicó que estaba sancionado por llevar el perro sin la correspondiente correa.
Tres meses después, este vecino recibió dos propuestas de sanción: una por no llevar al perro atado y otra por falta de respeto a la autoridad. Cuenta que ambas las recurrió y que la segunda fue aceptada y retirada. «No creo que en mis respuestas al agente le faltase en ningún momento el respeto y mucho menos a su consideración de agente», sostiene e insiste que sólo le trasladó el mal estado de la zona.
En cuanto a la multa por no llevar a la perra atada, añade que la recurrió una segunda vez al comprobar que los carteles que autorizan el paseo de animales sueltos en la playa están colocados antes de la zona en la que su perra se encontraba. Sin embargo, tampoco se admitió en esta ocasión.
Si la ley dicta que el perro debe de ir atado y lo llevas suelto , luego no te quejes de que te multan ….
El agente solamente hizo su trabajo y bien hecho
Y las playas y aceras están minadas de mierdas de perro y todas las esquinas y farolas huelen a pis es asqueroso , espero que se controle más este aspecto y se sancione sin compasión ya que la única manera de que los incívicos aprendan es tocandoles el bolsillo.