El poeta ibicenco Jean Serra Torres, que cultivó también la investigación y el ensayo, ha muerto en Ibiza a la edad de 72 años. Hijo de familia ibicenca que se tuvo que exiliar en Argelia por causas políticas una vez finalizada la Guerra Civil Española, Serra nació en El Biar en el año 1952. Tanto su padre, Vicent ‘de la Dolores’, como su tío, asesinado a primeros de la Guerra Civil, fueron destacados líderes obreristas ibicencos durante los años treinta del s. XX e implicados en la defensa de la República. La familia volvió en Ibiza el 1957, según recoge la voz elaborada por la redacción de la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera.
Después de cursar los estudios primarios, ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad de Ibiza, donde se especializó en delineación artística; compaginaba las clases con el trabajo para contribuir a la economía familiar.
Desde muy joven inició una incansable actividad cultural en la isla. Así, en 1978 publicó la antología Poetes d’Eivissa, que fue el inicio de Edicions Ítaca, editorial de la cual fue uno de los impulsores y que después pasó a denominarse Els Argonautes. Entre 1979 y 1983 fundó y dirigió el Quadern Literari Cultural, del cual aparecieron un total de 22 números. Aquel mismo año, 1983, apareció La Paraula, publicación cultural de la cual también fue fundador y editor y que dirigió junto a Bernat Joan i Marí. En 1984, con Isidor Marí, elaboró el libro La nostra pròpia veu. Literatura de les Pitiüses.
Como poeta se dio a conocer el 1978 con Memòria trencada, que lleva una carta-prólogo de Marià Manent. Durante los años siguientes publicó por su cuenta Illa, con un prólogo de Josep M. Sala-Valldaura, y Lleure i crepuscle de noces (1980) (1980), prologado por Marià Villangómez. El 1991 publicó Illa i altres poemes i en 1992, Mester d’amant, que refundieron las compilaciones anteriores. Estos primeros poemarios y otros fueron después recogidos, profundamente revisados, en el volumen Estroncar el soroll (1996).
Autor prolífico, continuó en el género poético con Àmbit humà, ilustrado por Vicent Calbet, Fin de segle (2000), Entre paraules i silenci (2001) y Oberta riba (2003). También escribió Convocat silenci (2003), Des de la quietud (2003) y Vida guanyada (2006), libros que conforman una trilogía de 160 poemas en prosa.
En líneas generales, su obra destaca por la perfección estilística, por la elegancia formal y por la sutilidad en la penetración de los sentimientos, sigue la voz que aparece en la enciclopedia pitiusa. En su poesía se observa una línea que va del lirismo íntimo, amoroso y erótico, a la reflexión existencial y, en general, a una meditación sobre la condición humana. Algunos de sus poemas han sido traducidos, además de al francés y al castellano, al gallego, al neerlandés, al italiano, en el corazones, al sardo, al árabe, al rumano y al checo.
El 2008 publicó La voz original (antología poética 1975-2005), en lenguas castellana y catalana, en versión de Antoni Xumet Rosselló.
En cuanto a la narrativa, tiene dos cuentos para niños: Història d’en Jordi (1980) y Blancavila (1980 y 1982), recuperados en el libro de prosas Punt de cadeneta (2007). También pertenecen a la prosa Poema al pare (1987), que lleva un prólogo de Antoni Nadal, Herència clara (1990), Camins (1993), Sense anar més lluny (1999), Quan la vida canta (2003) y el ya mencionado Punt de cadeneta. Estos dos últimos son libros gemelos, puesto que son formados por prosas, más bien cortas, escritas y reelaboradas a lo largo de treinta años. Algunas son notas del dietario iniciado el 1976 y del cual había avanzado una muestra temprana a El núvol (1981). También tiene en forma de dietario, ilustrado con dibujos propios, el Quadern d’Istanbul (2005), crónica de once días pasados en la histórica ciudad turca; e igualmente el Quadern d’Astúries (2008), complementado con una antología de los poetas asturianos Xuan Bello y Ana Vanessa Gutiérrez.
El 1994 fue distinguido con la Menció d’Honor de l’Institut d’Estudis Eivissencs en reconocimiento a su tarea cultural. Aquel mismo año fue galardonado con el Premi Baladre, convocado por el mismo Instituto, por el ensayo A la vora de Villangómez.
La despedida del poeta y escritor tendrá lugar en los próximos días, según ha comunicado la familia, que todavía no sabe la fecha exacta de este acto.
El Institut d’Estudis Eivissencs ha lamentado «profundamente» en un comunicado la muerte del poeta: «Su gran legado a las letras pitiusas nos permitirá recordarlo para siempre»
Por otra parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha querido expresar «sus más sinceras condolencias» a sus familiares y amigos «en estos momentos tan duros». «La muerte de Jean Serra es la pérdida de una de las voces más personales y una de las figuras más destacadas del mundo cultural de la isla, no sólo como poeta, si no como promotor de iniciativas culturales. El Consistorio tuvo la suerte de contar con él como miembro del jurado del Concurs de Poesía Puig de Missa entre los años 2004 y 2007, además de haber participado en la primera edición, en 2006, de las jornadas Escriviure. Descanse en Paz», señalan desde esta administración.