El Servicio de Asistencia Psicológica Sanitaria (SAPS) para menores puesto en marcha por el departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu en colaboración con la Asociación Pitiusa de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (Apfem) ha tratado en poco más de seis meses de actividad a casi medio centenar de niños, niñas y jóvenes.
Este proyecto, uno de los primeros de este tipo que se activan en la Balears, tiene como objetivo dar una respuesta desde el ámbito local al aumento de los problemas de ansiedad y otros trastornos psicológicos en edades tempranas que se está registrando en los últimos años. En ese sentido, la ansiedad, la baja autoestima o el uso excesivo de las nuevas tecnologías son algunas de las circunstancias que se han observado de forma más habitual, tanto en casos infantiles como en adolescentes. Cabe remarcar que en este último grupo, tres usuarios mostraron su intención o ejecutaron autolesiones o intentos de suicidio o problemas de la conducta alimentaria.
El SAPS es un servicio gratuito que ofrece el departamento de Bienestar Social del Consistorio para que los y las menores del municipio que estén en riesgo de estar sufriendo algún tipo de problema de salud mental puedan recibir una primera atención profesional inmediata. El servicio comenzó a atender a pacientes el 15 de abril. Lo hace en horario de tarde, para no interferir en la actividad escolar habitual de los y las menores, de lunes a viernes y atendiendo a entre 4 y 6 citas al día, todas ellas derivadas por el Servicio de Orientación Familiar (SOF) municipal que hace una primera evaluación de la situación y siempre con un enfoque personalizado para cada caso. Esta estructura permite ofrecer intervenciones terapéuticas de calidad, asegurando que cada paciente reciba el tiempo y la atención necesarios para abordar sus necesidades específicas.
Hasta el pasado 31 de octubre, el Servicio de Atención Psicológica Sanitaria ha gestionado un total de 47 casos repartidos entre 21 casos en la franja infantil (de 7 a 11 años) y 26 en la de adolescencia (de 12 a 16 años). Por sexos, hay una diferencia notable puesto que se ha atendido a 31 niños frente a 16 niñas, siendo la proporción similar en ambos rangos de edad: los hombres doblan en número a las mujeres. Actualmente se sigue atendiendo a 44 usuarios ya que una familia rechazó el servicio, una chica recibió el alta y otra de ellas abandonó las sesiones.
En términos generales, los problemas más observados en el grupo de Infancia es la falta de regulación emocional o control de los impulsos, ansiedad, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, cambios de humor, problemas de agresividad o conductas disruptivas y uso excesivo de las nuevas tecnologías.
En el caso del grupo de Adolescencia, hay elementos que se repiten pero también otras situaciones diferentes. Así, las disfunciones más atendidas son sentimientos persistentes de ansiedad, tristeza o vacío; desesperanza; irritabilidad, frustración y culpabilidad; baja autoestima, con falta de motivación y el consecuente bajo rendimiento académico; comportamientos asociales y/o retraimiento, uso excesivo de las nuevas tecnologías y relaciones tóxicas de pareja.
Cabe destacar que en 3 casos de adolescentes se han dado verbalizaciones y conductas de autolesiones o intento de suicidio y problemas de la conducta alimentaria, lo cual requiere una atención y seguimiento muy especializado, siendo 2 de ellos derivados a la USMIA, Unidad de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia de las Pitiüses, organismo que forma parte de la Conselleria de Salut del Govern.
El Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu decidió poner en marcha este Servicio ya que el departamento de Bienestar Social, en especial el SOF, había detectado un incremento de problemáticas surgidas en los últimos años de ansiedad, tristeza, depresión, aumento de indicadores de riesgo de adicción a pantallas, redes sociales, trastornos de conducta y falta de control de impulsos, trastornos del sueño y alimentación, etc., sobre todo después de la pandemia sufrida en el año 2020.
El nuevo Servicio de Asistencia Psicológica Sanitaria a menores trata de responder a las necesidades surgidas en una sociedad con altos niveles de exigencia e ‘hiper ocupada’, con problemas crecientes para la comunicación e interacción familiar, con una mayor presencia e importancia en las relaciones sociales de las redes online, poca capacidad para la frustración, con modelos idealizados difícilmente accesibles que generan mucha presión social y desajustes entre la madurez de los menores y el tipo y cantidad de información a la que tienen acceso.