(EFE).- Los técnicos de emergencias sanitarias del servicio programado de las ambulancias de Ibiza han protestado este miércoles en la puerta del hospital Can Misses por su exclusión en el cobro del plus de difícil cobertura. Los trabajadores, que dependen de la empresa pública Gestión Sanitaria y Asistencial de las Islas Baleares (Gsaib), del Govern balear, han salido a la calle para denunciar que se les está clasificando como “técnicos de segunda” ya que no se les reconoce su titulación, un grado medio en emergencias sanitarias, para percibir el complemento.
Los trabajadores han cuestionado que se ha reconocido un plus de difícil cobertura para el personal del transporte urgente, pero se ha dejado afuera los técnicos de los servicios programados, que tienen “la misma formación, la misma titulación y trabajando en la misma empresa”, ha explicado a EFE el delegado del comité de empresa de Gsaib y representante de Comisiones Obreras (CCOO), José Manuel Romero.
Ha detallado que son unos 40 los trabajadores afectados en la isla y que tras esta primera protesta esperan tener algún tipo de respuesta o negociación. Ha advertido que no descartan la huelga, ya que se consideran discriminados.
“No nos olvidemos que nosotros hacemos el servicio asistencial, pero en caso de una catástrofe o un covid, como sufrimos, hemos estado al pie del cañón. Cuando los medios son insuficientes y cuando las circunstancias lo requieren, siempre estamos ahí”, ha destacado el portavoz sindical.
También ha tachado de “absurdo” que la empresa excluya a parte de sus trabajadores, cuando tiene la misma dificultad para cubrir el servicio por las “circunstancias de la vida en las Pitiusas”, que es precisamente a lo que se destina el plus de difícil cobertura.
De hecho, ha añadido que «más del 50%» de los trabajadores vienen de la península “para estar cinco o seis años e irse con una puntuación” y que llegan «con su titulación, que no le están reconociendo” ya que les dicen que “no cuentan como técnico de emergencias», ha criticado.
Además, se da la circunstancia de que hay técnicos que en su día se pasaron de los servicios urgentes de soporte vital avanzado y soporte vital básico a los servicios programados, “para tener una vida menos ajetreada” y que ahora “se ven en la tesitura de que van a ser excluidos de un plus de difícil cobertura y de una categoría sanitaria”.