El Consell de Formentera, a través de la Conselleria de Mobilitat i Medi Ambient, ha enviado un escrito a la Direcció General de Costes i Litoral solicitando, como medida cautelar, la suspensión de la obligación de desmontar los quioscos de playa entre el 15 de enero y el 15 de febrero.
«Aun así, el escrito también señala que se informará a los adjudicatarios de los establecimientos que cesen la actividad y cierren durante el período anteriormente mencionado mientras no haya una resolución, con el fin de evitar perjuicios irreparables», informa el Consell en un comunicado.
La solicitud de esta medida cautelar se fundamenta, en primer lugar, «en que la normativa no detalla en ningún momento la definición de temporada ni especifica los meses en los que se establece una temporada».
En este sentido, el Consell de Formentera considera que la normativa «sí hace referencia al hecho de que los establecimientos deben ser desmontables, pero en ningún caso obliga a desmontarlos cada año».
La administración insular, además, recuerda que esta normativa es aplicable a todo el territorio, por lo que los quioscos de otras comunidades también deberían ser desmontados en los mismos períodos que en las Illes Balears, de acuerdo con la Resolución de Concesión.
En el caso de las instalaciones de Formentera, los quioscos prestan servicio durante todo el año a los ciudadanos de Formentera y a los visitantes. «De hecho, se destaca su especial relevancia social al ser un punto de encuentro tanto para residentes como para turistas, y un elemento clave para fomentar la desestacionalización», añaden en el argumentario.
En este sentido, esta oferta arraigada a la isla «genera empleo estable durante todo el año, prolonga la temporada turística y dinamiza la economía local». Además, «fomenta políticas de turismo más sostenibles y crea experiencias de mayor calidad que permiten disfrutar de la auténtica Formentera», destacan.
Por otro lado, «y no menos importante», el Consell subraya que los quioscos de playa cuentan con socorristas en sus plantillas y disponen de los elementos necesarios para realizar una intervención inmediata en caso de peligro o riesgo para las personas.
En cuanto a las instalaciones, los quioscos son desmontables, pero no fácilmente desmontables, ya que están fabricados con materiales de calidad y poseen una gran complejidad constructiva.
Al estar ubicados en zonas inaccesibles para el tráfico rodado, su desmontaje y montaje requieren más tiempo. Por ejemplo, la instalación y puesta en marcha se prolongaron una media de 45 días trabajando jornadas maratonianas.
Por todo ello, «el Consell de Formentera considera que el desmontaje de las instalaciones no será sencillo y requerirá un tiempo no inferior a 30 días, lo que supone que, al menos durante varios meses, la isla no contará con servicios en el litoral y, por tanto, no se cumplirá con el objetivo para el que se solicitó la concesión administrativa: ofrecer servicio durante todo el año».
Desde la administración insular recuerdan que los quioscos se han mantenido montados de manera ininterrumpida durante más de 10 años, desde 2013, y solo se han desmontado en caso de una nueva licitación.
Con todo ello, dada la falta de definición de la normativa y teniendo en cuenta que existen motivos económicos, de seguridad, sociales y medioambientales de gran relevancia para la isla, el Consell de Formentera solicita esta medida cautelar.
Por otro lado, desde el Consell de Formentera se ha informado a todos los adjudicatarios que, de forma provisional y mientras no se resuelvan las medidas cautelares, no se proceda a desmontar los quioscos para evitar causar daños irreparables. Sin embargo, se les ha solicitado que cesen la actividad entre el 15 de enero y el 15 de febrero, que retiren las terrazas y que instalen un cartel informativo indicando el cierre provisional en las fechas señaladas, a la espera de la resolución de las medidas cautelares solicitadas.