El sindicato UGT ha mostrado hoy su «preocupación» por el funcionamiento de la “Residència de Majors” de Formentera cuando el centro está a punto de cumplir dos años desde su apertura. En un comunicado, señala que «los usuarios y los familiares han experimentado una bajada en la calidad asistencial que reciben los internos debido a decisiones que se están tomando por parte de la dirección de la residencia». Denuncian, además, que personal no especializado se ocupa de las curas de los internos y ejerce funciones de enfermería sin la formación correspondiente.
«El problema se viene arrastrando desde hace varios meses y surge a raíz de la decisión unilateral y sin consultar ni consensuar, de modificar los horarios de los trabajadores y trabajadoras sociosanitarios», por parte de la dirección», matiza el sindicato, que agrega que la propuesta de cambio de horarios «llegó por urgencia a la mesa de negociación y fue rechazaba por todas las partes».
Los trabajadores presentaron una propuesta a final de noviembre de cuadrante de horarios para 2025 con la idea de mejorar el servicio y la atención de los usuarios que fue entregada a la dirección y todavía están a la espera de recibir alguna respuesta o de concretar una reunión para poder negociar los horarios, como establece la normativa vigente, advierte UGT.
«Desde ese momento la actitud de la dirección ha sido la de tomar represalias contra las trabajadoras eliminando personal de apoyo, lo cual merma la calidad asistencial que reciben los usuarios, y también se han eliminado las guardias que venían realizando los técnicos los fines de semana, desvela el sindicato.
«La situación se agrava principalmente por las noches, cuando, en muchas ocasiones, se queda al cargo de la residencia un solo sociosanitario para 18 usuarios, cuando lo habitual venían siendo un mínimo de dos, lo que representa un riesgo en el supuesto de que se produjera una situación de emergencia, sigue diciendo el comunicado
«Otra situación anómala y de la que se quejan trabajadores y usuarios, es que se obligue a los sociosanitarios a realizar las curas y poner inyectables, funciones que son propias de enfermería», denuncia UGT.
Por estos motivos, entre otros, se han formulado quejas respecto al funcionamiento de la residencia e incluso ha habido usuarios que han abandonado la residencia, aseguran.
Desde finales de diciembre, UGT afirma que ha emplazado a la nueva consellera a que convoque una reunión para desbloquear esta situación, «que se hace insostenible tanto para los usuarios, que no reciben la calidad asistencial adecuada a la que tienen derecho, como para los profesionales, que ven mermada su salud física y mental ante el estrés que supone no poder atender como corresponde a los usuarios de la residencia».
Por último, UGT ha querido dejar constancia de su «predisposición a la negociación para encauzar de forma conjunta una solución a la situación de la residencia y que vaya en beneficio de los usuarios y de los profesionales.