El joven Ali Hanni, arquitecto de 34 años y residente en París aunque de origen argelino, ha vivido estos días en Ibiza uno de los viajes más emocionantes de su vida: 130 años después de que su bisabuela de Santa Gertrudis emigrase a Argelia ha podido conocer a su familia ibicenca y entrar en la casa pagesa que vio nacer a sus antepasados. Y no ha sido un camino fácil.
“Mi bisabuela se llamaba Maria Josefa Gertrudis Tur Boned, aunque todos la llamaban Maria. Nació un 20 de enero de 1873 (hace 152 años) en Santa Gertrudis y dejó la isla alrededor de 1895 (hace 130 años) para emigrar a Argelia junto a su padre Juan Tur Roig (de Santa Gertrudis); su madre, Catalina Boned Riera (de Sant Mateu), y sus hermanos: Vicente, Antonio, Catalina, Margarita y Gertrudis”, relata Ali Hanni en conversación con Noudiari. De modo que toda la familia emigró a Argelia excepto Juan o Joan, el mayor de los hermanos, es decir, su tío-bisabuelo. 130 años después, Ali Hanni ha conocido a los descendientes de Joan Tur Boned, sus «primos» ibicencos. Pero para llegar a tener todos estos datos, el joven franco-argelino ha pasado por una ardua investigación.
Cuando Argelia era «una tierra de oportunidades»
“Imagino que decidieron emigrar a Argelia por razones económicas. En esa época, Argelia era un territorio francés y se promovía como una tierra de oportunidades, algo similar a la conquista del Oeste en los Estados Unidos. Las autoridades francesas incentivaban a los europeos, especialmente de España e Italia, a establecerse en Argelia y ofrecían la nacionalidad francesa a los hijos de estos inmigrantes. Supongo que mi familia veía en Argelia una especie de tierra prometida”, reflexiona Ali Hanni sobre los motivos que llevaron a sus antepasados a hacer aquel viaje. Hay que recordar que solo entre 1892 y 1900 emigraron a Argelia desde Balears más de 4.800 personas, tal y como recordaba el periodista Xescu Prats en un reportaje, y que, durante décadas, fue un fenómeno habitual que muchos ibicencos se estableciesen en Argelia huyendo de la pobreza de la isla.
Así lo certifica Ali Hanni: “Sé que había una gran comunidad de miles de personas de Ibiza y de las Illes Balears en Argelia. Se establecieron allí y llevaron consigo su cultura, que aún hoy se puede percibir en Argelia, especialmente en la gastronomía”, asevera.
El padre de su bisabuela, Juan Tur Roig, no olvidó sus orígenes y viajaba regularmente entre Argelia e Ibiza hasta su fallecimiento en Santa Gertrudis en 1922.
Su bisabuela se casó en la ciudad de Argel en 1904 con un inmigrante italiano, Giuseppe Monti, originario de la pequeña isla de Ischia, cerca de Nápoles. Maria Josefa Gertrudis vivió en Argelia hasta su fallecimiento en 1931.
Ali Hanni no supo de sus peculiares orígenes isleños hasta que llegó a su adolescencia. “Descubrí que mi bisabuela era de Ibiza cuando yo tenía alrededor de 15 años, al encontrar un viejo libro de familia. En él figuraba su nombre con el lugar de nacimiento: Santa Gertrudis (Ibiza). Fue entonces cuando comencé a investigar. Mi padre, desafortunadamente, no conocía mucho sobre la historia de su familia en Ibiza, lo que me motivó aún más a indagar y buscar respuestas”, relata Ali Hanni, un joven curioso que no se conformó con los indicios y que necesitaba certezas.
“Mi motivación principal fue restablecer el vínculo con la familia de Ibiza, un lazo roto durante 130 años, y ver con mis propios ojos los lugares donde vivieron”, asevera.
Con paciencia y mucha investigación, Ali Hanni ha logrado rastrear a sus antepasados hasta principios del siglo XVIII gracias a los registros civiles del Ayuntamiento y a los fondos de los archivos históricos de Ibiza, especialmente los censos de población.
“Antes de eso, encontré una antigua fotografía familiar en blanco y negro de los años 30. En el reverso, en francés, estaba escrito: Querido hermano, He recibido una foto de España y he hecho hacer otras para enviarte una. Creo que te hará ilusión… (etc.) Fue escrita por Gertrudis Tur a su hermano Vicent, es decir, la hermana y el hermano de mi bisabuela, Maria Josefa Gertrudis”. Esta foto siempre había estado guardada en un cajón, entre muchas otras fotografías antiguas, «pero nadie en la familia sabía realmente quiénes eran las personas que aparecían en ella».
El descubrimiento de esta foto fue hace cinco años y le dio una idea: publicarla en diferentes grupos de la red social Facebook para comprobar si alguien reconocía a algún familiar. “Sorprendentemente, una persona me contactó: identificó a su abuelo en la foto» y confirmó que los demás eran los hermanos y hermanas de su abuelo. Además aparecían los padres, incluido Joan, el hermano mayor que se quedó en la isla. «En la foto, la segunda persona por la derecha de la imagen es Joan, el hermano de mi bisabuela. Él fue quien se quedó en Ibiza y cuyos descendientes conocí durante mi estancia en Ibiza del 24 al 27 de enero. Las otras personas en la foto son su esposa y sus hijos», relata.
En la parte trasera de la foto hay un texto escrito en francés por la propia Gertrudis. Al final, firma con el nombre de “Tricon”, que era el apellido de su esposo. «En esa época, ella vivía en La Destrousse, un pueblo situado a 30 kilómetros de Marsella, donde pasó gran parte de su vida hasta su fallecimiento en los años 70», explica Hanni.
La foto no está fechada, pero pudo haber sido enviada, probablemente, durante la Guerra Civil, como lo sugieren los uniformes militares que se pueden ver en la imagen.
Can Gabriel sigue en pie
Tras contactar con su familia ibicenca descubrió, sorprendido, que la casa natal de su bisabuela, Can Gabriel, seguía en pie, bien conservada y aún en manos de la familia. Está situada en el campo, entre Santa Gertrudis y Sant Miquel.
“Saber que la casa de mis ancestros seguía en pie y que todavía estaba en manos de la familia fue un milagro para mí. Desde ese momento, mi único deseo fue visitarla, ya que representaba una conexión tangible con mis raíces en la isla”, dice, emocionado.
La familia ibicenca, por su parte, sabía que tenían primos en Argelia, pero no tenían más información, “igual que nosotros respecto a ellos”. Y es que, después de 130 años, es comprensible que los lazos se rompan. “Una prima de Ibiza me contó que, desde niña, sabía que tenía familia en Argelia y se preguntaba cómo sería su vida allí», explica Ali Hanni, un sentimiento muy parecido al que él tenía con respeto a Ibiza..
Lo que relata a continuación causa emoción, incluso sin formar parte de la familia ni conocerla, porque es el relato de tantos reencuentros y separaciones marcados por las migraciones: «Las reuniones con mis primos fueron extraordinarias; hubo una conexión instantánea. Aunque no hablo ibicenco ni bien español, pudimos comunicarnos en inglés, francés y español. Al día siguiente de nuestro primer encuentro en Can Gabriel nos reunimos en el restaurante de otra prima en el centro de Santa Gertrudis. Éramos unos quince primos de Can Gabriel, y la experiencia fue inolvidable. Me sentí por completo parte de ellos”.
¿Y qué sintió Ali Hanni al entrar en la casa familiar? “Fue un momento lleno de emoción. Sentí que había alcanzado mi meta más deseada. Mis primos me hicieron una visita guiada por la casa, y me sentí en una nube. Pensé en mi padre, que falleció en 2017, y sé que hubiese querido con todo su corazón estar allí conmigo”, concluye.
Lo único que le ha faltado ha sido encontrar la tumba del padre de su bisabuela pero, por lo demás, no se puede sentir más contento.
Además, durante estas investigaciones, el descendiente de la ibicenca también encontró otros primos en el sur de Francia, «descendientes de los hermanos de mi bisabuela que dejaron Argelia en 1962, tras la independencia”, concluye sobre su apasionante árbol genealógico.
“Después de este viaje, me siento plenamente ibicenco. Recuperar la conexión con mi familia y con la casa de mis ancestros ha sido clave para permitirme sentir esta identidad y, sí, tengo planes de volver. Mi próxima visita será, en principio, a principios de mayo, para las festividades de Santa Eulària”, avanza, completamente reconectado ahora con aquella isla que dejó su bisabuela Maria Josefa Gertrudis Tur Boned hace 130 años, y cerrando un círculo de la manera más emocionante. Cumplida la misión, Ali Hanni ya está de nuevo en París pero con Ibiza dentro de su corazón.
Que bonita historia
Mucha gente olvida hoy día, que los pitiusos emigraron por cientos a África, y hoy se quejan de los africanos que emigran aquí.