El Sindicato de Enfermería en las Illes Balears denuncia hoy una situación «insostenible» en el sistema sanitario y sociosanitario de las islas ya que, en lo que va de año, 30 enfermeras han abandonado Baleares para trasladarse a otras comunidades autónomas en busca de mejores condiciones laborales y una calidad de vida acorde a su titulación y desempeño profesional.
Según los datos de la organización, casi la mitad de ellas se han trasladado a diferentes provincias de Andalucía, mientras la otra mitad han elegido como destino otras comunidades autónomas.
Además, alrededor de una treintena de alumnos del grado de enfermería de 4º año de la UIB, han solicitado ya información a SATSE sobre los trámites para trabajar en otros países, principalmente de la Unión Europea.
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Cabe recordar que la ratio de enfermeras por habitante en Baleares es alarmantemente baja: apenas 5,93 por cada 1.000 habitantes, situándonos prácticamente a la cola del país.
«En un contexto donde la media europea es de 8,5 enfermeras por cada 1.000 habitantes, se estima que necesitaríamos dos décadas para alcanzar este estándar», alerta la organización.
Las principales razones de esta preocupante cifra «son el desorbitado coste de la vida y la falta de vivienda».
Así, recalcan que el problema de la insularidad y el modelo económico también juegan un papel clave: el coste de la vida y el precio de la vivienda en las islas es de los más altos de España. «Ello repercute en la escasez, e incluso inexistencia, de vivienda a precios asequibles», alertan.
A ello se unen los contratos precarios y los bajos salarios, particularmente en ámbitos como la sanidad privada y el ámbito sociosanitario.
Ofertas de empleo a tiempo parcial, distribución y duración de la jornada laboral a duras penas compatible con la vida familiar y personal, plantillas inestables y alta rotación de personal son las razones añadidas al descontento.
Todo ello se traduce en una precariedad que lleva a muchas enfermeras a buscar alternativas en otras comunidades autónomas, donde las condiciones laborales y salariales son significativamente mejores.
Esta realidad no solo afecta al colectivo enfermero, sino que repercute directamente sobre el conjunto de la población, que depende de ellas para una atención sanitaria adecuada.
«Así ámbitos como consultas, establecimientos y varios hospitales de la sanidad privada, y la mayoría de los centros sociosanitarios y residencias de personas mayores, asignan ilegalmente funciones de enfermera a personal auxiliar e incluso personal no sanitario», denuncian.
«La falta de profesionalización en el sector es uno de los factores que inciden directamente a la grave y continua problemática que ocurre en estos ámbitos y que desgraciadamente, es noticia con demasiada frecuencia», añaden.
Por todo ello, SATSE exige medidas inmediatas para frenar esta situación. Desde el ámbito de la sanidad pública, «es fundamental un importante aumento salarial que recupere la coherencia entre la titulación y la responsabilidad, los ingresos y el coste de la vida en Baleares, así como la adecuación de los complementos que se perciben como indemnización por residencia (insularidad)», sugieren.
Respecto a los ámbitos privado y sociosanitario, «es necesaria una apuesta por la profesionalización y la calidad de los cuidados, incrementos salariales de en torno al 40%, para poder competir en la captación de enfermeras, y una intervención masiva de la administración mediante inspecciones, que erradiquen el intrusismo profesional y sancionen las malas prácticas de las empresas del sector».