El exdirector de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, ha parafraseado al personaje Fernando Galindo, que interpretó el actor José Luis Lopez Vázquez en la película «Atraco a las 3», al describir su labor en el viaje a Ibiza con el que se obsequió a las jugadoras: «Era su admirador, amigo, esclavo y siervo».
![](https://www.noudiari.es/wp-content/uploads/2025/02/2023_eivissa_campeonasdelmundofutbol-048-1024x684.jpg)
«Que querían biquinis, biquinis. Que querían ostras en la cena, más ostras», ha relatado este acusado por coacciones a Jenni Hermoso en el juicio a Luis Rubiales por el beso a la jugadora.
Por cierto, que Rivera ha sido blanco también el viral juez del caso, que no pasa una a los interrogados.
Rivera, que ha rechazado responder a la fiscal Marta Durántez y al resto de las acusaciones, entre ellos el abogado de Hermoso, con el argumento de que ya les contestó «en instrucción», ha negado en todo momento haber presionado a la jugadora para que se pusiera en contacto con otro de los acusados, el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, que también ha declarado en esta jornada como acusado de coacciones.
Rivera ha lamentado «estar aquí» por algo «tan inocuo» como haberle pasado su móvil a Hermoso, en el microbus que les trasladó desde el aeropuerto de Ibiza al hotel en el que se alojaron las jugadoras, cuando el exdirector de Integridad Miguel García Caba trataba de localizarla en el marco del expediente que se puso en marcha y ella tenía su teléfono apagado.
![](https://www.noudiari.es/wp-content/uploads/2025/02/2023_eivissa_campeonasdelmundofutbol-059-1024x684.jpg)
Ha explicado que él se limitó a dejarle el móvil para irse después a su sitio, por lo que no escuchó de lo que hablaron. Ella después le devolvió el teléfono y García Caba le comentó que la jugadora tenía que estar disponible por la tarde para hacer «un zoom» sin que le trasladara nada más.
En este punto ha incidido, a preguntas de su abogado, que si Hermoso hubiese tenido su móvil, García Caba no le hubiese llamado a él, y que si le ofreció a la jugadora, ya durante la comida en el hotel, cargarle el móvil fue para no tener que preocuparse más si no conseguían localizarla.
En Ibiza, según ha relatado, sus funciones «eran todas», no solo las «consustanciales a director de marketing» sino que incluso hacía de director de seguridad porque llevaba una maleta metálica con el trofeo, que custodió la Guardia Civil en su casa en la isla.
El juez a Rivera: «No se traiga el rollo preparado»
Durante su declaración ha hecho, en al menos dos ocasiones, uso de la frase «pruebas y datos matan relatos» cuando ha tratado de hacer un relato pormenorizado de su estancia en Ibiza, de tal manera que el juez le ha frenado tras obviar sus palabras para que callara.
«No se traiga un rollo preparado. ¡Escuche!», le ha espetado el juez, ante lo que Rivera ha dejado de hablar y el juez le ha advertido: «Lo contrario, le puede causar un perjuicio muy serio».
Rivera ha expuesto también que fue la amiga de Hermoso, Ana Ecube, la que le pidió contactar con ella si necesitaba algo de la jugadora porque necesitaba descansar, y ha asegurado que desde que le entregó su móvil en el microbus no volvió a hablar con ella, en contra de lo declarado por Ecube que aseguró que, en el hotel al que acudieron a ver la puesta de sol, el exdirector de marketing se les acercó varias veces a la hamaca en las que descansaban.
En ese lugar ha asegurado que llamó a Ecube en dos ocasiones a lo lejos para que avisara a Hermoso de que Luque estaba llegando a dicho hotel y que no había recibido respuesta a sus mensajes a Jenni.
Cuando éste finalmente llegó, Rivera volvió a llamar a Ecube y ésta le dijo que iría ella a hablar con él.
Ha negado también haber percibido incomodidad o enfado por parte de Hermoso hacía él, y a este respecto ha señalado que se comunicó siempre con ella por mensajes en el móvil: «Ahí están los tonos de los WhastApp. Hablan por sí solos».
Luque niega presiones y admite que sus mensajes fueron «desafortunados»
También el exdirector de la Selección masculina Albert Luque ha negado haber presionado a Hermoso o a Ecube para que restasen importancia al beso.
A preguntas de su abogado, tras rechazar declarar a las acusaciones, Luque ha subrayado que Hermoso era su «amiga» fuera del ámbito de la Federación y que, en virtud de esa relación, le había hecho muchos favores.
Según su versión, él estaba en Ibiza de vacaciones y le escribió un mensaje consciente de que la situación era «cada vez más grande» y «todo se estaba magnificando».
Al ver que no le llegaba y estar en la isla, decidió ir a verla. «Voy a verla, a interesarme por mi amiga con todo lo que está pasando», ha indicado.
Al llegar al hotel, vio que Jenni le había escrito rechazando hablar con él, por lo que, ha dicho, la respetó y llamó al hermano de la futbolista, a Rubén Rivera y éste le dijo que una amiga de la jugadora quería hablar con él porque consideraba que se merecía una explicación.
Luque ha admitido que le sentó mal que la jugadora no quisiese verle porque la ha ayudado en muchas cosas como «conseguir entrar en discotecas», y ha dicho que, tras ver un comunicado en nombre de la jugadora, sintió que estaba «en medio» entre dos amigos: Jenni Hermoso y Luis Rubiales.
También ha manifestado que se arrepiente de algunas de las respuestas que dio a la amiga Hermoso por WhatsApp, que ha calificado como «desafortunadas, y lo ha justificado, en que es una «persona de sangre caliente». EFE