El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), que reúne al Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, ha aprobado este viernes el primer plan nacional para la prevención del suicidio, que contará con una dotación de 18 millones de euros, haya o no presupuestos generales del Estado.
Así lo ha resaltado en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Mónica García, tras el Consejo Interterritorial que ha aprobado el ‘Plan de acción para la prevención del suicidio 2025-2027’, un compendio de 40 medidas repartidas en seis líneas estratégicas para abordar este problema de salud pública con un enfoque desde los determinantes sociales de la salud.
Para hacerlas realidad contará con una dotación de 18 millones de euros, independientes de los presupuestos generales del Estado, cuya distribución se detallará en otro Consejo Interterritorial.
El plan, el primero específico que se realiza para abordar el fenómeno del suicidio, apuesta por fomentar un código de riesgo y las autopsias psicológicas, limitar el acceso a medios letales o aplicar una perspectiva de género ante la enorme disparidad de cifras entre sexos (ellos se suicidan mucho más).
Hasta ahora, la prevención del suicidio siempre formaba parte de guías de práctica clínica y de planes de acción de salud mental, pero con este se atiende una demanda histórica de la sociedad civil de «darle una entidad propia» a la conducta suicida.
Entre todas sus medidas, Mónica García ha puesto en la creación del Observatorio para la prevención del suicidio, «un espacio fundamental» para recopilar y analizar «datos rigurosos» que puedan ayudar a entender mejor las causas y los factores de riesgo y a diseñar estrategias más efectivas, basadas en la mejor evidencia disponible.
También se va a implementar un sistema de vigilancia en salud mental dentro del sistema de vigilancia en salud pública, lo que significa que, por primera vez, la salud mental «va a integrarse plenamente en los mecanismos de seguimiento y de alerta de la salud pública» para permitir detectar tendencias y responder de una manera «mucho más ágil y coordinada».
Además, se va a mejorar la coordinación del teléfono 024, «forzando» su conexión con otros servicios asistenciales en las comunidades; para ello, se va a promover la creación de equipos de atención al riesgo suicida en los servicios de salud mental de las comunidades «con capacidad de brindar atención telefónica y ofrecer apoyo inmediato y acompañamiento en la persona».
Mónica García ha querido detenerse en las críticas que en los últimos días ha suscitado la perspectiva de género que se le da al plan, puesto que ellos se suicidan mucho más que ellas, aunque las mujeres lo intentan más. Quejas que «curiosamente» proceden de «quienes llevaban años quejándose de que nadie hablaba de los problemas de los hombres y ahora se indignan porque se hace desde una perspectiva que no les encaja: los hombres tienen peor salud, asumen más riesgos, se suicidan más y esto no es un hecho biológico, sino es fruto de una masculinidad que los empuja a descuidarse y a tomar más riesgos». «Decir esto no tiene nada que ver con el machismo, es como negar que el tabaco causa el cáncer», ha zanjado.
EFE
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