@Noudiari/ La Asociación de Turismo Rural de Sant Joan de Labritja ha alcanzado en la temporada alta turística de 2013 resultados similares a los que obtuvo en 2011. El presidente del colectivo, Joan Planells, ha calificado estos datos como “satisfactorios” por ser los mejores de los tres últimos años, aunque ha puntualizado que todavía no se han recuperado los niveles anteriores al estallido de la crisis.
Los doce establecimientos que integran esta asociación han experimentado una ligera subida en la ocupación durante esta temporada, que logró su máxima cota en agosto, el el 94% de las camas alquiladas. Asimismo, en ninguno de los meses de la temporada la ocupación ha bajado del 63%. Según ha detallado Planells, los agroturismos han experimentado un cambio importante en cuanto a la procedencia de los turistas, “que ahora provienen de países como Alemania, Inglaterra y Holanda”. Además, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Sant Joan ha subrayado que el turismo español es “el que más ha bajado” en esta temporada.
En resumen, durante el mes de mayo la ocupación ascendió al 63,08%, mientras que en junio escaló hasta el 81,67%, en julio ascendió unos puntos hasta situarse en el 87,42% y en agosto alcanzó su máximo en la temporada con un 94,62%. Por último, en septiembre la ocupación de los agroturismos del norte de Eivissa fue de un 86,57%.
El grave perjuicio de los establecimientos ilegales
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Sant Joan ha destacado el incremento de los establecimientos ilegales y los problemas derivados del intrusismo en este sector. “Nos perjudica a todos porque crean una mala imagen de Eivissa y alimentan la economía sumergida”, ha matizado Planells, quien ha instado a las instituciones a que sean “diligentes” y “que hagan su trabajo tal y como les faculta la cesión de competencias en materia de inspección de turismo”. El presidente de los agroturismos ha manifestado que las administraciones competentes tienen datos procedentes de un gran número denuncias, por lo que deberían aumentar las inspecciones y actuar para hacer cumplir con la normativa vigente.
“En 2003 reclamamos al Consell, Ayuntamiento de Sant Joan y Govern balear más control de algo que se ha convertido a día de hoy en un auténtico problema para la marca Eivissa y que diez años después se traduce en una afluencia alarmante de falsos establecimientos de turismo rural que están dando una imagen de la isla nefasta, al no cumplir con las expectativas de quienes pernoctan en los mismos”, ha explicado Planells.
Además, el presidente de la asociación ha especificado que este tipo de establecimientos “suponen un problema fiscal porque no tributan, un problema laboral porque no tienen el personal asegurado, un problema de seguridad y salud al no pasar los preceptivos controles sanitarios y técnicos, y tampoco registran a los viajeros”. Además, ha señalado que los usuarios de estos alojamientos turísticos ilegales no pueden presentar una reclamación formal ante cualquier incidencia, algo que incurre en una “competencia desleal, que no es justa para los que sí cumplen con la ley”.