El Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Ibiza ha dictado la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI) en el caso de un hombre que había acumulado una deuda de 20.617 euros a la que no podía hacer frente, tal y como explican los abogados del despacho Repara tu Deuda, especializado en este tipo de casos.
“El origen del sobreendeudamiento se encuentra en la coincidencia entre la feliz noticia del nacimiento de su hija y el desempleo de su entonces pareja. Él se tenía que encargar de asumir los gastos básicos de los tres miembros de la unidad familiar con su único salario, por lo que se vio obligado a hacer uso de tarjetas de crédito y solicitar préstamos para cubrir los gastos ordinarios. Tras la separación y la reducción de su sueldo por la crisis del COVID-19, le resultó totalmente imposible hacer frente a las deudas”, relatan.
La Ley de Segunda Oportunidad permite tanto a particulares como a autónomos quedar liberados del pago de sus deudas si cumplen una serie de requisitos básicos. En líneas generales, «el concursado debe estar sufriendo un estado actual o inminente de insolvencia, no haber sido condenado por delitos de carácter socioeconómico en los diez últimos años y ha de actuar de buena fe, sin ocultar bienes ni ingresos y aportando toda la documentación requerida«, indican desde el despacho de abogados especializado en estos procesos..
Como en su caso, «muchas son las personas que han caído en un estado de sobreendeudamiento tras encontrarse con dolorosos contratiempos de salud o laborales. Cuando comprueban que no pueden asumir todos los pagos pendientes, no tienen más remedio que acudir al mecanismo de segunda oportunidad».
Las personas que acuden a la Ley de Segunda Oportunidad comprueban en no mucho tiempo cuáles son los beneficios de quedar exoneradas de sus deudas. Sin ir más lejos, salen de los registros de morosidad como ASNEF (el Fichero ASNEF es una base de datos de incumplimiento de obligaciones dinerarias propiedad de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros) «que tanto daño les hace». «Además, dejan de recibir las llamadas angustiantes de los bancos y entidades financieras. Por último, si así lo quieren, pueden solicitar nueva financiación y registrar bienes a su nombre», destacan desde el despacho.