La Asociación Salvem sa Badia de Portmany y Amics de la Terra han unido fuerzas para reclamar al Govern balear que sea «exigente» y no facilite los trámites, para evitar que cualquier empresa pueda operar en el sector del alquiler náutico en el archipiélago, simplemente presentando una declaración responsable.
«La falta de medios en la administración y la experiencia acumulada a lo largo de estos últimos años permiten deducir que, si no se exigen ciertos documentos y requisitos de forma previa, las irregularidades que se vienen produciendo persistirán», alertan.
Salvem sa Badia y Amics de la Terra han incluido esta petición en un nuevo documento de alegaciones relativas a la modificación del Decreto 21/2017, en el marco de la segunda consulta pública realizada por el Govern balear.
Cabe recordar que el decreto regula la actividad de alquiler de embarcaciones de recreo y algunos de los objetivos de su modificación son, según ha declarado el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, «promover buenas prácticas, aumentar la seguridad y la protección de los usuarios y del medio marino, e incrementar la sostenibilidad en la navegación».
«El simple procedimiento de presentar una declaración responsable, sin que de forma inmediata se compruebe que las empresas están en posesión los requisitos prescritos, provoca que cuestiones tan importantes como la gestión de residuos, aguas grises y aguas negras; el acceso a un amarre para evitar el fondeo sobre la posidonia, y la realización de un curso obligatorio de buenas prácticas y de información sobre los espacios protegidos y de la red Natura 2000, queden virtualmente a merced de la ética de cada interesado», alertan.
Por esta razón, se solicita que sólo puedan tramitar permisos aquellas empresas que, además de la declaración responsable, presenten un comprobante de estar en disposición de un punto de amarre en Baleares o de autorización de acceso a una rampa, un comprobante de participación a una formación básica obligatoria (navegación, seguridad, zonas protegidas, zonas Natura 2000, buenas prácticas de fondeo e instrucciones de gestión de residuos, aguas grises y aguas negras) y el registro de la actividad de alquiler a terceros.
«Como ejemplo del caos generado por la persistente falta de control administrativo en el sector, podemos mencionar lo que ocurre todos los veranos en diversos puntos del litoral de la isla: la bahía de Talamanca, Porroig o la bahía de Portmany, con fondeos sobre posidonia constantes y diarios protagonizados por determinadas empresas de chárter náutico», argumentan.
Además, alertan de que basta con realizar una simple búsqueda en Google para detectar a empresas que utilizan como gancho publicitario, por ejemplo, la posibilidad de navegar bajo el arco de ses Margalides con embarcaciones a motor. Dicha actividad hay que calificarla como mínimo de dudosa, al estar estos islotes ubicados en una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA Costa dels Amunts), por la nidificación del halcón de Eleonora y del Paíño, en plena temporada turística.
Aunque el recurso de la declaración responsable persiga la simplificación del proceso administrativo, en línea con la estrategia que se impulsa la Unión Europea, Salvem sa Badia y Amics de la Terra reclaman al Govern que «aplique la excepción prevista en la Directiva europea 2006/123/CE», que permite imponer requisitos formales cuando “esté justificado objetivamente por una razón imperiosa de interés general, como, por ejemplo, (…) la protección del medio ambiente”. Las Illes Balears «son un lugar excepcional en cuanto a su atractivo turístico y su frágil entorno, y deben tomarse medidas legales con carácter urgente para evitar que se nos vaya de las manos la imprescindible conservación del patrimonio natural marítimo y costero«, remarcan.
Además, piden al Govern balear la eliminación del artículo 10 (‘Excepciones’) del Real Decreto 875/2014, que permite el manejo sin titulación de embarcaciones con motor de eslora menor a 5 metros. La falta de conocimiento y experiencia de muchos de los usuarios de estas embarcaciones provoca accidentes, problemas de seguridad y daños ambientales de manera constante.