Las Oficinas Municipales de Sant Jordi acogieron ayer la presentación de los resultados de los estudios realizados durante 2024 sobre el estado de las praderas de Posidonia oceánica en Sant Josep.
Los resultados muestran una situación «preocupante» en ciertas zonas, remarca el Ayuntamiento, «con un retroceso importante de las praderas de Posidonia en áreas como Cala Vedella y Porroig, donde la posidonia muerta representa hasta el 40% de la cobertura«. Esta degradación se debe principalmente «a la presión humana derivada del fondeo de embarcaciones y al cambio climático». No obstante, algunas zonas, como Cala Roja, mantienen un buen estado de salud, con una baja presencia de praderas muertas, remarcan.
El acto, en colaboración del GenGob y la Red de Posidonia, contó con la presencia de Felicia Bocu, concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Litoral del municipio, y Jorge Luis Moreno, jefe del Departamento de Espacios Naturales del Govern de les Illes Balears.

Desde el Consistorio subrayan que la Posidonia oceánica es una especie clave para la biodiversidad marina y la protección de las costas, por lo que el seguimiento continuo de su estado es fundamental. El proyecto de seguimiento incluye dos estaciones establecidas por el Goven balear en la isla y cinco puntos añadidos por el Ayuntamiento, abarcando zonas como Cala d’Hort, Conillera y Cap Llentrisca, entre otras. Además, cuentan con la colaboración de centros de buceo locales y la plataforma Salvem sa Badia.
Resultados y conclusiones
Las conclusiones apuntan «a la necesidad de intensificar las medidas de protección y vigilancia, así como de adoptar políticas más estrictas respecto al fondeo en las zonas vulnerables». Además, «se recomienda continuar con las iniciativas de sensibilización a la ciudadanía para fomentar la concienciación sobre la importancia de la Posidonia para el medio ambiente y la economía local«.
En este sentido, el consistorio ha reiterado su compromiso con la preservación de este ecosistema marino y continuará trabajando conjuntamente con el GenGob, la Red de Posidonia y otras entidades para garantizar la protección de nuestras praderas.
