A veces no sé si el mundo se ha vuelto loco o si la loca soy yo. ¿Y si somos los dos? El Arzobispado de Granada ha publicado un libro titulado Cásate y sé sumisa de una tal Constanza Miriano y se ha liado parda. Lo de sumisa no tiene nada que ver con el látex, ni el cuero ni Cincuenta sombras de Grey, no me sean bienpensantes. Los señores de la Iglesia Católica lo que hacen en esta obra es echar más candela a lo que han defendido desde hace dos mil años: la mujer ha de estar en un segundo plano, obedeciendo a un hombre (escogido al azar o por otro hombre), manteniendo su casa como una patena y cocinando a fuego lento frustraciones con garbanzos, que vienen muy bien con estos fríos.
¡Qué insulto a la mujer! ¡Qué falta de respeto! ¡Vamos a manifestarnos mientras enseñamos las peras a lo Femen! Venga, va, ahora en serio. ¿Alguien se esperaba que estos señores que visten sotanas y defienden ideas mágicas, misóginas, homófobas y demás fobias esdrújulas se pronunciaran a favor de las mujeres? Con el corazón en la mano les digo que no, que me parece lo más normal que una organización caduca y decadente incida sobre sus ideas, tan caducas y decadentes como ella. No espero nada de los curas, por muchos galones que tengan. Ni siquiera del Papa nuevo, ese que cada vez que abre la boca sube el pan en el Vaticano. El día que desmonten el escenario y trabajen a pie de obra comenzaremos a hablar de igual a igual. Pero hasta entonces, que murmuren, que comenten, que pontifiquen… Que a mí, como quien oye llover.
Y para más inri, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (al loro con el batiburrillo), Ana Mato, sale en plan abanderada del feminismo a pedir que retiren el librito de marras por considerarlo una “falta de respeto a las mujeres”. No puedo estar más en contra de la señora (por mi hija) Mato. ¿Es que no piden el carnet de lista para ser ministra? Que dejen este libro en las librerías. De hecho, leámoslo en los colegios, analicémoslo en los institutos y dejemos con las ideas al aire a la curia católica, permitamos que se les vean las vergüenzas, que se oiga lo que piensan de la mitad de la población mundial, que resuene el eco de su desprecio por sus madres y por sus hermanas. A esta gente el peor favor que podemos hacerles es dejarles hablar.
Si tuviera frente a mí a la señora Mato, además de sorprenderme porque no tenemos ningún amigo en común, le diría que a mí me parece una falta de respeto, no como mujer sino como ser humano, que pretendan regresar al pasado y prohibir el aborto en muchos casos, que ella misma siga en el gobierno cuando está más que probada su implicación en la trama Gürtel. Pero, si tanto le escaman las tonterías de un arzobispado cualquiera, también le podría parecer una falta de respeto que el Gobierno español pague anualmente tributo a la Iglesia Católica. Por mí que los curas, obispos, arzobispos y supermegabispos digan lo que quieran, que es lo de siempre. Dos mil años repitiendo lo mismo y ahora vamos a llevarnos las manos a la cabeza, venga ya… Eso sí, lo que es una falta de respeto, señora Mato y compañeros de Gobierno, es que permitan que esta gente repleta de odio hacia todo aquello que no sean ellos mismos reciba dinero de aquellos a los que repulsan. Eso sí me escandaliza. Y no sabe cuánto.
¿Pero esta señora articulista ha leído el libro? Porque yo sí, y no hay nada de lo que dice ella.
Y ¿por qué dice que lo han escritos curas? ¡¡¡Lo ha escrito una periodista, laica, madre de familia!!!
Dice: «analicémoslo en los institutos». Estoy de acuerdo: para analizar un texto, lo primero es citarlo. Exactamente ¿qué párrafos molestan a la articulista? ¿Qué páginas? ¿Cómo puede escribir sobre un libro sin citar ni un párrafo?
Apreciado señor Llaunas:
Es una pena que haya dedicado tanto tiempo a poner signos de exclamación en su comentario, un tiempo precioso que podría haberlo dedicado a leer el artículo, a dar un paseo o a regar las plantas. Si hubiera escogido la primera opción, se habría dado cuenta de que no digo que lo han escrito curas, sino que lo han editado curas, concretamente el Arzobispado de Granada.
La periodista es laica, sí. Vamos, que no es monja. Además, tiene cuatro hijos y se declara católica en muchas de las entrevistas que le han hecho aquí y en Italia, sé bien de quién hablo, créame.
Por otro lado, si el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, alega que «la posición del libro es acorde con las enseñanzas de la Iglesia», ¿hace falta que le especifique cuáles han sido las enseñanzas de la Iglesia Católica para con las mujeres? Disculpe mi pereza pero son 2013 años de desprecios y humillaciones que no me animo a resumir en este momento.
De todos modos, quizá usted no lo ha cazado, pero estoy defendiendo su libertad de expresión, aunque sea para escribir exclamaciones.
Ahora sí, voy a regar yo las plantas.
Hasta siempre,
Rebecca Beltrán
Señora, el feminismo es sin excepciones lo peor que ha ocurrido en los últimos cien años. Comunistas y fascistas juntos no le llegan a la suela del zapato en número de muertos causados… eso sin hablar de los matrimonios deshechos y la juventud corrompida.
Así que bienvenido sea un libro que se atreve a cuestionarlo y a proponer la verdad perenne del evangelio en las relaciones familiares. Que son de servicio y no de reivindicación.
Señora, creo que su De Lorean se ha estropeado: para ir al tiempo presente, presione la palanca y teclee 2013 en el teclado del ordenador. Sino permanecerá en 1713, que es desde donde nos escribe.
Los muertos del feminismo… Uy, sí, se cuentan por millones.
Valiente tontería. ¿O también sale en el evangelio la chorrada esta de que el feminismo deshace matrimonios y corrompe junventud? La pederastia sí tiene estos efectos y muchos señores con sotana son del club de los Amigos del Niño…
Pues sí… el aborto, principal reivindicación del feminismo, es el genocidio más espantoso, tanto cuantitativamente (anualmente 46 millones, la gran mayoría legales!!) como cualitativamente (son asesinatos cometidos por quienes más obligación de proteger: madres y médicos).
Corrupción, evidente. Las feministas cayeron en la trampa de creer que el comportamiento sexual masculino más degradado era «deseable» (¿por qué?) y se lanzaron alegremente a la promiscuidad… en fin, en el pecado llevan la penitencia. Ya muchas han llegado a su ancianidad solas, sin marido, sin hijos y, claro, sin sexo.
Buenas Pilar, ¿qué tal por el medievo? ¿Es verdad que, como dicen los árabes, no os laváis? ¿Ya habéis pagado el diezmo?
Totalmente de acuerdo Pilar!!
«El aborto, principal reivindicación del feminismo». A partir de esta frase ya no he podido leer más. Infórmese mejor antes de opinar, señora Pilar, que acaba de descubrirse como alguien que no tiene ni idea de qué está hablando.
jaja…anda, Pilar….deja de decir sandecez, chata!
Pilar, suba al coche de regreso al futuro y vuelva al S.XXI !!
Siempre me ha parecido gracioso que personas nacidas en el siglo XX (el de Auschwitz, las bombas atómicas y el aborto legal) se permitan el lujo de despreciar moralmente siglos pasados, en especial los medievales…
Sí, qué tiempos aquéllos, en los que se expulsaban judíos, se quemaban herejes, se expropiaban tierras a quienes no pagaban los impuestos, los señores feudales ejercían su derecho de pernada …
… y lo mejor de todo: la Tierra era plana! Qué inmensa comodidad, especialmente para quienes no son de subir pendientes, como un humilde servidor.
Jeje entre los dos habéis hecho un catálogo de tópicos anti-medievales de periódico dominical. Falsos, naturalmente:
-Se expulsaban judíos: fenómeno renacentista, no medieval(2ª mitad del s. XV), cuando se piensa la unificación de Estados requiere la unidad religiosa.
-Se quemaban herejes: cuando más se quemaron fue, de nuevo, en el renacimiento, no en la Edad media. Sí, hubo la excepción de la guerra contra los albigenses.
-Se expropiaban tierras a quienes no pagaban los impuestos (?) Fuentes, por favor… lo de las expropiaciones es una cosa muy de ahora…
-Los señores feudales ejercían su derecho de pernada… esto es ya la repera, si no leéis a Regine Pernoud («Cómo acabar con la Edad Media») al menos leed la wikipedia.
-Lo de la tierra plana… cualquiera que haya leído la Divina Comedia, compuesta a finales del siglo XIII, sabe que Dante da por sentado que la tierra es redonda… y la astronomía ptolemaica, la aceptada en aquel tiempo, igual… Lectura recomendada: «La imagen del mundo», de C. S. Lewis, editada por Península.
La Edad Media, como cualquier otro tiempo, tuvo sus defectos, pero no fueron los que decís…
Yo digo que dejen el libro. Pero no para mostrar lo que piensa «la mitad de la población mundial», que eso es muy difícil de afirmar. Que lo dejen porque apreciamos la libertad de expresión y de pensamiento. Porque son igual de lícitas las opiniones de Pilar que las de los que la critican, tenga o no razón.
Censurar o pedir la retirada de libros nos acerca al totalitarismo y el arcaicismo al que creemos combatir. Dejemos que cada uno decida en lo que quiere creer.
Sí, la Edad Media, esa época donde la religión lo dominaba todo y se vivía la mar de bien, siempre que pertenecieses al alto clero o a la nobleza.