@Noudiari/ El funeral de Nelson Mandela se está confirmando como uno de los acontecimientos más lamentables y que más vergüenza ajena provoca en lo que llevamos de milenio. Si tras la muerte del lider surafricano ya se tuvo que sufrir las lágrimas de cocodrilo por parte de régimes, líderes y familias políticas que siempre apoyaron el régimen del apartheid, el gigantesco funeral ha alcanzado unas cotas de sonrojo inimaginables. En primer lugar, la aparición en el funeral de decenas de genocidas y criminales de Estado que simbolizan exactamente lo contrario que Mandela, y que encarnan las ideas contra las que Mandela siempre luchó; después, el ridículo comportamiento de estos jefes de Estado, haciéndose fotos con el móvil como si fueran chonis poniendo morritos frente al espejo del lavabo; y, para culminar, las espectaculares declaraciones de Mariano Rajoy afirmando que se trataba de un acto muy emotivo ya que tenía como escenario “el mismo lugar donde España se proclamó campeona del mundo de futbol”.
Sin embargo, la puntilla final ha llegado con el espectacular paripé que realizó un supuesto intérprete en lengua de signos que, durante el funeral, se encargaba de traducir el parlamento de los oradores. Según publica La Voz de Galicia, la Asociación Sudafricana de Sordos (DeafSA) ha denunciado que el intérprete en cuestión no interpretaba nada, sino que se limitaba a hacer gestos sin sentido, agitando los brazos como si fuera una parodia o un chiste sobre sordos.
El falso intérprete, vestido con traje y corbata pero sin ninguna acreditación, se situó junto a la tribuna de los oradores e inició un festival de muecas que fue recogido por la señal televisiva oficial. «Estaba gesticulando. No seguía ninguna regla gramatical ni la estructura del lenguaje. Se inventaba los signos conforme avanzaba», ha asegurado Delphin Hlungwane, una intérprete de la lengua de signos de la DeafSA. «Tuvo una eficacia del cero por ciento. Ni siquiera seguía los criterios básicos. Ni siquiera decía gracias», ha explicado, en declaraciones a Reuters.