@C. V. / Daniel Espinosa (Madrid, 1976) asegura que se encontraba en un cruce de caminos, en un momento vital en el que no sabía lo que hacer o a dónde ir. Por ese motivo no es extraño que su primera exposición lleve el nombre de Encrucijada y que consista en seis imágenes de un blanco y negro claustrofóbicos y que representan túneles, corredores y laberintos sin salida.
«He jugado mucho con el claro oscuro, hay mucho negro, mucho blanco. Son fotografías pensadas para confundir, para que la gente reflexione sobre su significado y que produzca algo de incertidumbre», comenta Espinosa, cuya obra se expone desde este miércoles hasta principios de enero en el espacio Deco Style, que se encuentra en la calle Linquer número 10 de Jesús.
Las fotografías, de un tamaño de 90×60, están tomadas en Madrid y Berlín y juegan con el fuerte contraste entre el blanco y el negro. «No tengo preferencias por una u otra. Cada una dice una cosa y tiene su propia historia. Una de ellas, por ejemplo, está colocada de forma horizontal en vez de vertical, por lo que todo el mundo me pregunta qué representa. De eso se trata precisamente», afirma.
Espinosa, que trabaja como fotógrafo en el Diario de Ibiza y anteriormente lo hizo en el Última Hora, reconoce también que ya ha encontrado su camino. «Se puede decir que he visto la luz con la fotografía que, al fin y al cabo, se trata de eso, de luz. Durante tres años estudié fotografía en Londres, pero lo dejé un poco de lado. Ahora he visto que mi vocación y a lo que quiero dedicarme es la fotografía», añade. Por lo visto, había una salida de la encrucijada.