R. Beltrán/ No podía ser de otra manera: en la mayor biblioteca del mundo no podía faltar una referencia a Eivissa. La Biblioteca Británica (British Library) ha liberado un millón de imágenes contenidas en los libros de su fondo y las ha ofrecido en dominio público. Entre ellas se encuentran las ilustraciones que el viajero, escritor, etnógrafo y dibujante Gaston Vuillier creó en su visita a la isla en 1889 e incluyó en la obra Les îles oubliées (Las islas olvidadas), unos escritos que vieron la luz en 1893 divididos en tres entregas en la revista francesa de viajes Le Tour du Monde.
Dalt Vila, el Puig de Missa, es Rastrell, una iglesia de Sant Antoni y la Marina fueron los enclaves ibicencos que más llamaron la atención a Vuillier, quien los inmortalizó con todo lujo de detalles para ilustrar su visita a Eivissa. Pero no sólo quiso dejar constancia del paisaje de la isla a finales del siglo XIX, sino que también retrató a algunas de las personas que se cruzaron en su camino, como un músico tocando el tambor eivissenc y una escena típica de festeig.
Las islas olvidadas
El volumen que se encuentra en la Biblioteca Británica es la traducción al inglés realizada por F. Breton y publicado en Londres en 1896 por Hutchinson & Co., una histórica editorial inglesa que en la actualidad forma parte de la multinacional Random House Group. La editorial mallorquina José J. de Olañeta publicó en 2000 la traducción al castellano de The Forgotten Isles. Impressions of travel in the Balearic Isles, Corsica, and Sardinia (Las islas olvidadas. Impresiones de mi viaje por las Islas Baleares, Córcega y Cerdeña) y la Biblioteca Británica ofrece por primera vez la posibilidad de compra de reproducciones en alta resolución de las ilustraciones originales que acompañaban los textos del viajero y escritor Vuillier.
Tras cinco años de trabajo, Microsoft ha digitalizado un millón de imágenes del ingente fondo de la Biblioteca Británica, cuyos archivos contienen 150 millones de referencias, 14 millones de las cuales se corresponden a libros. A buen seguro, a medida que se vayan revelando más tesoros bibliográficos continuarán saliendo a la luz más tesoros en los que aparecen las Pitiüses, dos islas que ya encandilaban a viajeros cuando el turismo de sol, playa y discoteca ni tan siquiera era un proyecto.
Qué bueno!
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Un temazo, me encanta.
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Un honor que os guste. Muchas gracias.
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