R. Beltrán/ Que un ibicenco gane un premio literario mallorquín, palmesano para más señas, es un motivo de orgullo para sus compatriotas. Y esta es la gesta que ha conseguido Ben Clark, quien se ha alzado con el Premio Ciutat de Palma – Joan Alcover de poesía con su obra La fiera. Recién aterrizado de México, donde ha participado en el programa de escritura creativa Under the Volcano, Clark no ha tenido tiempo de recomponerse del cambio horario antes de aterrizar sobre el escenario del Teatre Principal de Palma, donde le ha sido concedido este prestigioso reconocimiento.
Con una dotación económica de 12.000 euros y el compromiso de publicación de la obra en las dos lenguas oficiales de Balears, Clark ha sido el primer poeta ibicenco en ser galardonado con el Premi Ciutat de Palma – Joan Alcover en lengua castellana, después de que su colega de género literario Manel Marí consiguiera en 2007 el mismo premio por un poemario escrito en catalán. Sólo han sido dos los autores pitiusos que han visto reconocido su trabajo con el Ciutat de Palma de poesía en 59 años de historia de la convocatoria y 56 premios otorgados (no se concedió en 1960, 1976 y 1978).
Edición de la obra ganadora en catalán y castellano
“Me hace una ilusión tremenda que el premio incluya la traducción de La fiera al catalán, será muy interesante ser testigo del trabajo del traductor”, ha afirmado Ben Clark a pie de escenario. El escritor ibicenco está en estos momentos sumergido en varios proyectos de traducción, aunque de títulos firmados por otros autores como Diez de diciembre de George Saunders (Alfabia), una obra que le ha valido el aplauso de la crítica por cómo ha conseguido trasladar el difícil universo del autor estadounidense al castellano.
Clark define La fiera como una obra de introspección, en la que un personaje poético recorre la ciudad como una especie de criatura salvaje, extraño y ajeno a lo que le rodea. “Es un diálogo entre lo primitivo y el cemento”, ha resumido el escritor de Santa Gertrudis. Una dicotomía que Ibiza, cuna del poeta, representa más que a la perfección, incluso en toda su imperfección, y que ha dado a la isla un motivo más para presumir del talento isleño.