@Noudiari / El San Rafael viaja a Campos (domingo, 12 horas) en cuadro e inmerso en un proceso de regeneración institucional que debe devolver la confianza que el equipo había perdido en la directiva y su presidente, Barnat Bonet, que esta semana se ha visto obligado a dimitir acorralado por una gestión muy susceptible de mejora, por decirlo de forma suave, que no era del agrado de nadie en la entidad. Los jugadores no cobran desde hace tres meses, hecho que ha creado malestar y fugas en un vestuario convertido en un polvorín por motivos extra deportivos y que no refleja en el campo lo que se espera de su calidad.
Que el San Rafael no iba a tener el mismo final que el Isleño, desaparecido por problemas económicos, era un secreto a voces. El club cuenta con un apoyo empresarial que no tenía el equipo de Vila y que ha salido al rescate de forma anónima. Ya ha dado sus primeros pasos para reflotar la nave, que estaba muy escorada y a punto de naufragar. En un pacto de caballeros, el presidente se ha marchado por la puerta de atrás con más pena que gloria y con el compromiso tácito de que no será expuesto al escarnio público por unas cuentas que no cuadran ni con un máster en aritmética. Agua pasada no mueve molinos.
Bernat Bonet ya es historia y la afición del San Rafael quiere un presente simple, alejado de los focos, y un futuro perfecto, es decir, la permanencia. Todo pasa por los resultados. Ahora la pelota está en el tejado de la plantilla, de los jugadores, que tienen el compromiso de cobrar en breve lo que se le debe. El desplazamiento a Campos no es fácil. Se las verán con un equipo experimentado, fogueado en la categoría y que lucha por regresar a las cuotas de protagonismo alcanzadas el pasado curso liguero.
Todo un reto que afronta sin De Pablos, Ramos, Yeste, sancionados, ni los huidos Maline, Moro y Dani Gómez. Además, Estela está lesionado, quizá de gravedad, algo que determinarán las pruebas médicas de la semana que viene y que de confirmarse abriría la vía de un fichaje si la dolencia fuera por cinco meses. El capítulo de incidencias es extenso, ya que Guti, que sí viaja, está entre algodones por problemas en los abductores y su concurso es dudoso. Cuando menos tiene más da este San Rafael, que en circunstancias similares fue capaz de birlar tres puntos al Mallorca B en su estadio. Los futbolistas tienen la palabra.