@Noudiari / Texto del Manifiesto 22-F, Eivissa diu ‘No’, que ha sido leído por el poeta Ben Clark en Vara de Rey al inicio de la manifestación.
«Vivimos en un paraíso. Estamos tan acostumbrados a este lugar privilegiado que muchas veces no llegamos a valorar la suerte que tenemos de poder vivir en Eivissa y Formentera. Aquí podemos disfrutar directamente de lo mejor de la naturaleza, desde el campo y los bosques hasta las calas y el mar, todo a nuestra plena disposición. Bajo las cristalinas aguas que nos rodean coexisten maravillosos seres, como la posidonia, las ballenas, los delfines, las tortugas y un abanico de ecosistemas de incalculable valor.
Aunque no estamos de acuerdo con la explotación turística desmedida, sabemos que es una industria que sustenta a la mayoría de nuestras familias y hay que cuidarla. Es cierto que se deben corregir muchas cosas, es innegable que nuestra isla está llena de contradicciones y seguro que el cambio debe comenzar en cada uno de nosotros, en todos los que amamos Eivissa. Pero ahora, casi por sorpresa para gran parte de nosotros, nos damos cuenta de que toda esta riqueza natural está en grave peligro, al igual que nuestra cultura, nuestra economía y nuestra sociedad. ¿Por qué nos estamos manifestando hoy aquí? ¿Qué ha ocurrido para que todas las personas e instituciones de la isla digan NO? ¿Por qué se están sumando las otras islas y parte de la península?
Hace poco más de tres años, el gobierno nacional de turno otorgó una concesión a la petrolera Cairn Energy para iniciar los trámites previos a las prospecciones en el Golfo de Valencia. Por su parte, el Gobierno actual está haciendo todo lo posible para seguir permitiendo que esta compañía inicie sus actividades de alto riesgo a escasos kilómetros de nuestras costas. La petrolera escocesa Cairn Energy, a través de su filial Capricorn Spain, es la promotora del demencial proyecto al que nos oponemos. Pero no son los únicos; recientemente hemos conocido la solicitud de permisos por parte de otras compañías dejando nuestro archipiélago rodeado de potenciales industrias de extracción de hidrocarburos. Ahora es el momento de decir NO.
NO a la codicia sin límite de las corporaciones y a la injustificable complicidad de la casta política; NO al proyecto de Cairn Energy; NO a la corrupción del Gobierno; NO a la destrucción del medio ambiente y de nuestro futuro. NO a este infierno que se puede evitar, que se tiene que evitar. El proyecto que pretenden realizar es incompatible con el respeto a la fauna acuática, incompatible con el respeto a las aguas de las que depende nuestra vida y nuestra economía: sondeos sísmicos de 250 decibelios cada diez segundos, las 24 horas, durante meses, y luego las primeras perforaciones, con brocas kilométricas lubricadas a base de lodos tóxicos y cantidad de metales pesados. Finalmente llegará la hora de la extracción del crudo, en pozos perforados a más de 1500 metros de profundidad, donde las garantías de seguridad son nulas debido a la enorme presión, absoluta oscuridad y bajísimas temperaturas. ¿Cómo no recordar, al hablar de perforaciones a estas profundidades, la catástrofe de la plataforma de Deepwater Horizon, hace solo cuatro años, que llevó al vertido del equivalente de más de cinco millones de barriles de petróleo a las aguas del Golfo de México? ¿Podemos arriesgarnos a que ocurra algo similar?
No queremos que nada de esto suceda en nuestro hogar ni en ningún lugar del mundo. Por eso exigimos un cambio radical de modelo energético. Evidentemente la solución son las energías renovables, no hay otra opción. ¿Por qué esperar a quemar la última gota del mal llamado oro negro, oro que, por cierto no enriquecerá en absoluto a las islas, como la propia multinacional ha reconocido? ¿Por qué arrasar, para enriquecer a unos pocos que no viven aquí paraísos como este que nos acoge? ¿Por qué no apostar definitivamente por un modelo más limpio y justo? Llegados a este punto querríamos recordar que hay también otros lugares que por desgracia también se encuentran bajo la amenaza de este modelo energético caduco. Por eso, desde Eivissa queremos mostrar nuestro apoyo y hermanamiento al decir: Canarias dice NO. Estamos con vosotros de la misma forma que sabemos que estáis con nosotros, por todo lo que nos une y por todo lo que sabemos que se perderá si las personas que supuestamente nos representan ceden ante la codicia de las multinacionales.
El rechazo unánime a estas prospecciones ha unido en Eivissa a sectores muy diversos, algunos incluso tradicionalmente enfrentados. Fruto de ello el año pasado surgió la Alianza Mar Blava, a quien agradecemos el haber elaborado un modelo de alegaciones resumido para que todos los ciudadanos estemos actuando legalmente contra el proyecto de Cairn Energy. Pero cabe aclarar que esta intensa lucha no la lideran las instituciones, sino que es la ciudadanía la que está marcando la diferencia y convirtiendo este proceso en un hito histórico para las Baleares. Con Eivissa como epicentro indiscutible de esta marea azul, la reacción ciudadana se ha expandido mucho más allá de nuestra isla y pocos pueden predecir hasta donde podemos llegar si seguimos, como hoy, convencidos y unidos. Prueba de ello es la enorme labor que están realizando todos los voluntarios, auténticos héroes anónimos, tanto en la recogida de alegaciones como en la generación de actividades reivindicativas por la causa. Además, al trabajo de difusión y concienciación iniciado el año pasado por el GEN, Amics de la Terra y Eivissa Anti Petrolífera, se suma el fenómeno de las redes sociales Eivissa Diu No, un gran movimiento que hemos construido entre todos y que ha llegado para quedarse.
A base de creatividad y amor por nuestra isla, los ciudadanos independientes estamos siendo los verdaderos protagonistas de esta lucha. Tanto los políticos como los empresarios saben, aunque algunos lo omitan, que sin nuestra acción la realidad actual sería muy diferente, mucho menos alentadora para el futuro de Eivissa. Seamos conscientes del poder que tenemos si actuamos como una sociedad responsable y comprometida, si nos unimos y nos organizamos, como lo estamos haciendo. Debemos creer que un futuro mejor es posible, un mundo más sano, ético y sostenible.
Para ello tenemos que empezar a transformar el presente. Informémonos y exijamos a los gobernantes soluciones reales, o generemos nosotros mismos esas soluciones y encarguémonos de aplicarlas. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de construir nuestro propio destino. Ya no hay excusas, ha llegado la hora de actuar.
¡¡NO A LAS PETROLERAS!! ¡¡SÍ AL FUTURO CON RENOVABES!! ¡¡SÍ A LA VIDA!!