Paz y amor a los hombres y mujeres de buena voluntad, buena voluntad a los hombres y mujeres que merecen paz y amor. Pan y chorizo para las personas que en los últimos tiempos no han robado. Ladrones subsidiarios para los chorizos más notables de la historia española de los últimos años por aquello de quien roba a un ladrón… Bancos más generosos con sus clientes más vulnerables. Clientes con mayores posibilidades de corresponder a esa generosidad. Abuelos más subvencionados para poder seguir atendiendo hijos y nietos con problemas económicos. Familiares sin problemas de subsistencia. Una redistribución más justa de la economía a nivel mundial. Supresión de cargos de confianza a cuenta de los erarios públicos antes que seguir castigando a los funcionarios públicos. Una sanidad y una educación como la de pocos años atrás. Los buenos sentimientos de la Navidad durante todo el año. El cumplimiento formal de las normas con que la Constitución obliga a que todo español pueda disponer de una vivienda digna. Que no suban más los impuestos de artículos de necesidad tan primera como el tabaco y las bebidas espirituosas, que sus consumidores, tan denigrados, son al final los únicos que mantienen la economía nacional.
Los tres magos orientales no se han repuesto aún del pasmo de descubrir que son andaluces, la misma que ha hecho desaparecer al buey y la mula del mapa navideño. Por esa razón no han tenido tiempo de atender todas las peticiones que no tienen que ver literalmente con barbies, forts apache, scalextric y demás convencionalidades previstas en el presupuesto familiar. No les ha dado tiempo para cuestiones tan fundamentales como las arriba mencionadas y otras muchas que aún quedan por mencionar. Papas más respetuosos con las tradiciones ancestrales que con la ortodoxia canónica. Ortodoxos más comprensivos con los heterodoxos. Todos los derechos laborales, sociales, colectivos e individuales que se nos han escapado en los últimos meses como agua entre los dedos. Mayor respeto real, no retórico, a la conservación del medio ambiente. Mayor comprensión y consideración -que no compasión- con los ‘diferentes’ (¿diferentes a quién?). Trabajo digno y justamente remunerado para todo aquel que lo ha perdido injustamente, aprovechando que la crisis pasaba por ahí.
No recuerdo si la carta a Melchor, Gspar y Baltasar tenía espacio para acoger tantas peticiones, pero en este caso el desconocimiento de la ley sí excluye de su cumplimiento, así que vamos a continuar, puesto que pedir es gratis, de momento todavía. Tampoco sé si los Magos llegarán este año a Eivissa y Formentera vestidos de faralaes bajo los nombres de Merxó er Granaíno, Gahpah er de la Puebla y Bartasah er Lacasito. Pero me perdonarán Sus Majestades esa licencia identificativa para incrementar mi lista con distintos cheques regalo de seis mil euros, o más, cada uno en agencias de viaje, tiendas de música, librerías, establecimientos de ropa, supermercados, delicatessen…