A rey muerto, rey puesto. En una tensa rueda de prensa, el Isleño ha dicho adiós a su entrenador, Antonio Asensio (que se ha despachado a gusto), y ha presentado a David Torres, hasta ahora técnico del B, como nuevo máximo responsable deportivo del primer equipo. Vicent Murtera, presidente del club, ha tomado la palabra en primera instancia para agradecer los servicios prestados al entrenador destituido y éste, después, ha disparado con bala contra los responsables del Isleño. Incluso ha pedido la dimisión del presidente y el director técnico, Toni Torres, por «no saber gestionar» la entidad.
Asensio y el Isleño no han llegado aún a un acuerdo para rescindir el contrato y, en vistas de cómo ha transcurrido la comparecencia de prensa, se atisba una negociación complicada. El nuevo preparador no podrá sentarse en el banquillo si las partes en conflicto no alcanzan un acuerdo y el club, por tanto, tendrá que pagar multas federativas por este motivo todas las jornadas que no tenga ficha de entrenador en curso. El Isleño, que en un principio achacaba el cese a motivos económicos, podría tener que pagar la totalidad del contrato de Asensio, lo que contribuiría a agravar un poco más la delicada situación financiera que atraviesa.
No tiene mucho tiempo el club para hallar una solución, puesto que Asensio se marcha de la isla el jueves, y lo hace «asqueado». El madrileño ha empezado su intervención agradeciendo que su padre le haya mantenido económicamente durante su estancia en la isla, porque «el club no ha cumplido» con los compromisos contraídos. También tuvo palabras de gratitud hacia su cuerpo técnico y la plantilla. A partir de este momento, pintaron bastos.
«Llevo aquí seis meses y he cobrado tres. No han cumplido ni con la propietaria del piso en el que estoy de alquiler», dijo. «No se puede jugar con la gente como ha hecho el Isleño. Si no tienes dinero para pagar hay que hacer las cosas de otra manera, buscar jugadores y entrenadores que no cobren. Cuando me llamaron para venir a entrenar aquí (a Eivissa) yo estaba en Londres, dejé un trabajo en el que cobraba más de lo que iba a recibir y aun así acepte. Vine por vocación, por un sueño que se ha convertido en una pesadilla», ha lamentado Asensio.
«En toda la temporada no he utilizado jamás la excusa de no cobrar para justificar nada. Nadie de los que están aquí puede decir lo contrario», comentó dirigíendose a los periodistas. «Es cierto que he consentido a los jugadores cosas que en una situación normal no hubiera hecho. Pero si no cobran es normal que les deje marchar antes para coger un avión cuyo billete les va a costar menos que si se van más tarde. Esto ha ocurrido por omisión del club, que no ha cumplido», prosiguió Asensio. «No es una rabieta: no he trabajado a gusto. He hablado mil veces de dinero con los jugadores, y si no hubiera tragado y consentido hoy solo habría seis o siete futbolistas de la primera plantilla en el equipo», continuó.
Cuestionado sobre cuál era la oferta que le había hecho el club para rescindir la relación contractual entre ambas partes, el exentrenador explicó que le han propuesto hacerlo a través de pagarés, como adelantó noudiari.es, y no piensa aceptarlo. «No sé si voy a pedir todo el dinero hasta final de temporada, es una cosa que he de estudiar, pero desde luego no voy a admitir un pagaré como me han propuesto» que, aunque implique un comporomiso de pago, no le parece al técnico garantía suficiente dada la situación económica del Isleño.
Dicho esto y al no haber más preguntas, Asensio no quiso quedarse a escuchar ninguna réplica de la directiva y hubo unos instantes de tensión. Toni Torres y Vicente Murtera, presentes en la diatriba del expreparador del Isleño, aguantaron estóicamente el chaparrón sin rechistar y el primero le pidió a Asensio que demostrara» la misma educación» que ellos y siguiera en la sala. No quiso de ningún modo, dijo que la educación recibida por sus padres no era cuestionable y Torres le espetó entonces: «Pues ahí tienes la puerta».
«No ha dado la talla»
Caliente con la exposición de Asensio, el director técnico tomó la palabra para calificar de «barriobajeras» las palabras de éste, a quien acusó de no haber estado a la altura de lo esperado: «No ha dado la talla ni como entrenador ni como persona y cuando acabe no volveré a hablar de él nunca más. Que se vaya a Londres a freír pollos como estaba haciendo». Torres quiso cargar con la «culpa» de la contratación del técnico. «Soy el único responsable de haberle fichado, lo hice porque tenía buenas referencias suyas, pero no ha cumplido las expectativas». Asimismo, recriminó a Asensio «la desfachatez» de haber pedido su dimisión y la del presidente cuando «no ha sido capaz de llevar un equipo». «Llevo muchos años en el fútbol y nunca he vivido una situación como esta. Ha consentido a los jugadores y no ha sabido imponerse en el vestuario», continuó.
Con sus palabras, Torres desenmascaró el trasfondo del despido, disfrazado por el propio club en la elevada cuantía de los emolumentos del técnico, unos 2.000 euros entre sueldo y piso. «Hace unos dos meses que detectamos que su postura con los jugadores no era la adecuada ni la que queríamos. Algunos futbolistas entrenaban cuando querían, había falta de control. ¿Acaso tenía que bajar yo al vestuario a arreglar su trabajo?», se interrogó.
El presidente del Isleño, Vicent Murtera, es una persona sosegada y no quiso entrar al trapo sobre las palabras del técnico destituido. «Cada uno es libre de expresarse como quiera. El tiempo pone las cosas en su sitio», dijo. Al ser preguntado por la posibilidad de que el 15 de enero varios jugadores abandonen el club si no cobran, explicó que su obligación es velar «por la viabilidad del proyecto hasta el 30 de junio». Lo cierto es que la plantilla está harta de no cobrar cuando toca ni cuando le prometen y algunos futbolistas han puesto fecha a su paciencia y comprensión, que acabará, según comentan desde el anonimato, el 15 de enero. «Si no es el 15 será el 16 o el 17, pero nuestra intención es pagarles», indicó Murtera. No dijo cómo, sólo que las subvenciones que tienen pendientes de cobro no aliviarán de forma significativa la carga económica que arrastra el club y que de momento no hay nada nuevo en la posible llegada de inversores de fuera de la isla.
En este sentido, chirrían las palabras de Torres, que dijo que cabe la posibilidad de que antes de que acabe el plazo para fichar en el mercado de invierno, el próximo 31 de enero, lleguen varios jugadores para reforzar la plantilla de cara a la segunda vuelta del campeonato.
Sobre la patata caliente del contrato de Asensio, el máximo responsable del club dijo que «confía en llegar a un acuerdo» para no tener que pagar la totalidad del convenio. Aseguró desconocer si había alguna cláusula en el mismo que eximiera al club del pago de todas las mensualidades hasta final de temporada y echó balones fuera a las preguntas realizadas por los plumillas sobre las vías de financiación en las que trabaja el club para no ser víctima de la banca rota que se vislumbra.