@Noudiari / Al Formentera le ha llegado la hora de la verdad, de dar el do de pecho y asegurar a base de juego y goles su presencia entre los cuatro primeros clasificados de una Liga que enfila su recta final con la igualdad por bandera. Se enfrenta esta jornada el conjunto de Luis Elcacho a uno de los equipos de abajo más fuertes que hay, un retocado Montuïri que ha cambiado su irregular racha desde la llegada de fichajes. El partido de este domingo (12 horas, Sant Francesc) es uno de esos encuentros que pueden ser considerados como una trampa para aquellos que piensen que van a tenerlo fácil para ganar al bloque mallorquín, que anda desatado y que desde que tiene el agua al cuello se ha convertido en un animal herido que si muere lo hará matando.
Al bloque formenternse no le queda mucho margen de error después de caer y dar vida a un rival directo, el Mercadal, en la pasada jornada. Los menorquines se han metido en la pomada y si siguen en la línea dibujada en las últimas semanas podría convertirse en el más serio rival de los jugadores de la menor de las Pitiüses para una de las plazas de play-off de ascenso del campeonato.
El Formentera ha demostrado una fortaleza defensiva a prueba de bombas y con 20 goles en contra es el equipo que menos goles recibe de toda la Liga. Le falta equilibrar las cifras a base de goles, algo que no acaba de llegar en la medida de lo esperado en vista de los buenos y numerosos futbolistas de ataque de los que dispone. A poco que estos se pongan las pilas, atinen la puntería y engatillen en la dirección adecuada, el conjunto dará, sin duda, un salto cualitativo en la clasificación. Si no es así, al Formentera le tocará sufrir mucho de ahora en adelante para sellar su clasificación por segundo año seguido en la fase de ascenso a Segunda División B.