Los taxistas autónomos, divididos ante el sistema sobre cómo repartir las licencias estacionales

@D.V./ ¿Por sorteo o respetando un criterio de antigüedad? La discusión está servida. Hasta ahora, las licencias de taxi estacionales se hacían mediante sorteo, manteniendo una discriminación positiva hacia los titulares que nunca habían disfrutado previamente de una autorización estacional y estableciendo dos categorias: 1A, titulares que no han disfrutado previamente de una autorización estacional; 1B, titulares que sí han disfrutado previamente de una autorización estacional.

Para la Asociación de Taxistas Autónomos, el azar del sorteo es una forma válida para repartir las licencias sin criterios discriminatorios, pero este año se ha roto definitivamente el consenso. Un grupo de 71 autónomos han presentado una alegación al Ayuntamiento de Eivissa para que se cambie el sistema de entrega de licencias. Así, proponen que junto a las categorías 1A y 1B, se establezca una tercera categoría, la 1C, que agrupe a aquellos que ya han disfrutado durante cuatro años de licencias estacionales para que sean los últimos en optar a estas, ya que consideran que es “injusto que aquellos que han tenido durante cuatro años una licencia, a veces de manera consecutiva, tengan las mismas posibilidades que alguien que nunca ha tenido licencias estacionales”.

El segundo punto de su alegación es que se respeto un criterio de antigüedad en las concesiones. «Es lógico que se respete la antigüedad», afirma uno de los taxistas autónomos que ha firmado esta petición, «los que están en desacuerdo son los que tienen algo que perder».

“La gente se ha puesto nerviosa y la situación es muy tensa” comenta un taxista autónomo que prefiere no ser identificado. De hecho, todos los taxistas consultados han pedido que se respete su anonimato, asegurando que el mundo del taxi es pequeño, todo el mundo se conoce, y no quiere sufrir represalias. “Pensaban que con 120 licencias habría para todos y ahora se ve que no es así”, comenta este taxista autónomo, quien cree que la directiva de la Asociación se opone al criterio de antigüedad porque “algunos miembros de la Junta llevan poco tiempo en esto, y tienen miedo a quedarse sin su licencia”. La alegación de este grupo de taxistas ya está sobre la mesa del Ayuntamiento de Vila, que será quien deba tomar una decisión.

«Los autónomos se equivocan de enemigo»
Por otra parte, la difusión por Noudiari de las conversaciones de la última asamblea de la Asociación de Taxistas Autónomos de Eivissa por parte de alguno de los asistentes, que grabó la reunión con un teléfono móvil, ha provocado la indignación de la directiva de la Asociación, que sopesa denunciar el tema ante los tribunales. Las revelaciones de que algunos taxistas sopesaban boicotear a los taxistas asalariados que optaran a una licencia estacional e, incluso, recoger dinero para pagar conjuntamente estos despidos, no han sorprendido a los taxistas asalariados consultados por NouDiari.

“En el primer plan de estacionales ya hubo represalias. Echaron a dos o tres”, comenta un taxista asalariado, mientras otro dice que “a alguno incluso le cortaron la señal”. Un tercer taxista asalariado comenta que “los autónomos se han equivocado de enemigo. Creen que sus enemigos somos los asalariados que durante cuatro meses nos matamos doce horas diarias para ganarnos algo de dinero, cuando su enemigo son los que quieren colocar 120 licencias temporales cuando hace unos años sólo había 38”.

Este taxista asalariado critica al Ayuntamiento de Vila y considera que “como ya no pueden ganar dinero con las licencias de obra, ahora intentan recaudar con las licencias temporales de taxi. Por cada licencia temporal, el taxista debe pagar 1.000 euros al mes al ayuntamiento”. Así, mientras el verano pasado en Vila habían 74 licencias temporales durante el mes de agosto y 37 en julio y septiembre, este año se conceden 120 en julio y agosto: “Son muchas licencias y, a cambio, las autoridades creo que no se están tomando suficientes medidas en contra de los taxis-pirata”.

A la pregunta de si optará a una licencia estacional, este taxista asalariado lo niega: “Hay que pagar el GPS, el taxímetro, el seguro de autónomos y hay que pagar al Ayuntamiento. Creo que tendría que pagar hasta 10.000 euros en total. Ni hablar, no me sale a cuenta”.