Y no sólo eso, que su padre lo bautizó como Jesucristo Hitler Paracelso Zeppelin Montoya González. Un nombre de pila inspirado en el Mesías, un genocida, un filósofo-astrólogo-alquimista-médico-mago suizo y, para rematar, el inventor de los dirigibles. Es la carga que sufre un taxista colombiano que, sin embargo, lleva una vida normal y tiene pinta de buena persona.
El autor de la ocurrencia, Manuel Vicente Montoya Lozano, se inspiró en los conocimientos científicos y culturales que presume haber adquirido en sus lecturas. Así, repitió fórmula con su hijo menor, aunque más centrado geográfica, histórica y temáticamente, al que bautizó como Aristóteles Pitágoras Aristocles Montoya González.
Acollonant… que simples som els eivissencs amb lo de «Pep, Toni, Joan i ase n’hi ha un a cada casa»!!! Viva Jesucristo Hitler!!