@Noudiari / El expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, se encuentra de vacaciones en Ibiza junto a sus hijas y su mujer y ha visto en la isla la final de la Copa del Rey entre su equipo y el Real Madrid. En la imagen que acompaña la noticia, el exmandatario culé posa en Porroig al lado de un exjugador del Sant Jordi, con quien estuvo comentando lo mucho que esta temporada, bajo su punto de vista, están «zurrando» al conjunto azulgrana. «Nos están dando por todos lados, tanto en España como fuera», señaló Rosell poco antes de embarcar en un taxi y abandonar esta conocida y tranquila cala de Sant Josep de sa Talaia.
Tras su marcha del Barcelona por los problemas acaecidos con el contrato de Neymar y que todavía están resolviéndose en los juzgados, Rosell ha experimentado un cambio radical de imagen y de porte. Su aspecto no es comparable al de antes. Parece haber querido romper con todo de una forma radical y ha empezado por él mismo, por su look. Ya no evoca la figura de un hombre de negocios trajeado, con corbata y en perfecto estado de revista. Viste de forma informal, calza deportivas, va con barba de varios días y luce un corte de pelo a máquina, de quinto, que ha borrado ese escaso flequillo casi juvenil que tapaba sus entradas.
Rosell estuvo hablando con diferentes personas que le reconocieron en Porroig y en las conversaciones salió el tema de la sanción impuesta al club catalán y que le impide fichar jugadores hasta el 2015. Fue uno de los argumentos expuestos por el expresidente para defender su tesis de que esta campaña «les están dando por todos lados».
Rosell no sabrá fichar centrales ni delanteros sin que se forme un escándalo, pero su presencia en la isla demuestra que sí sabe escoger dónde pasar las vacaciones en compañía de sus hijas y su mujer. Alejado de los focos, Rosell trata de pasar desapercibido en la isla, busca lugares lejos del bullicio que empieza a envolver Ibiza y de día navega en un barco en las tranquilas aguas de las Pitiüses.