@C. Vidal / Pueden atribuirse varios apelativos al encuentro de juveniles de este domingo (18.00 horas) entre el Manacor y el Sant Jordi. Se le puede llamar el «Día D», «el partido del siglo», «un día para la historia», «la hora de la verdad»… Lo cierto es que el Sant Jordi afronta los que, sin duda, son los 90 minutos más importantes de sus 60 años de vida y que pueden significar su billete a División de Honor.
El encuentro, otro apelativo más, también es a cara o cruz. El equipo ibicenco (62 puntos) está obligado a ganar para sentenciar el ascenso en la siguiente semana ante el colista, el Dosa, aunque el empate todavía le daría una opción, aunque mínina, en la última jornada. El conjunto mallorquín (64 puntos), por su parte, será nuevo equipo de la máxima categoría del fútbol juvenil si gana en un campo de Na Capellera que, seguramente, vestirá sus galas de lujo para la ocasión.
Juanjo Cruz, entrenador de los verdinegros, sabe que la presión sobre el equipo es muy grande y quiere quitar hierro al asunto. «Para mí la temporada de mi equipo ha sido espectacular, sobre todo la segunda vuelta y, pase lo que pase este domingo, lo seguirá siendo. Un partido no va a cambiar todo lo bueno que han hecho estos jugadores», declara Juanjo Cruz, entrenador del equipo.
El vestuario, mientras tanto, aguarda con optimismo e ilusión este trascendental encuentro. No en vano, el equipo ha ganado 15 de los últimos 17 encuentros y, además, esa excelente racha de victorias comenzó contra el Manacor en la primera vuelta (4-1). «Los chicos tienen la autoestima muy alta. Nuestro objetivo, a principio de temporada, no era ascender, por lo que estar ahora aquí es un premio. Hay que tener tranquilidad y afrontar el partido como uno más, con la responsabilidad añadida de que, si ganamos, entraríamos en una etapa dorada para el club», asegura Cruz.
El encuentro, sin embargo, no es precisamente uno entre solteros y casados. «El Manacor tiene un muy buen equipo que, además, se ha reforzado en las últimas semanas con seis o siete jugadores de División de Honor. No será fácil ganar allí, aunque repito: si vencemos será entrar en una etapa dorada para el club, si perdemos será una decepción, pero no pasará nada y el equipo habrá hecho una temporada más que magnífica y, si se empata, aún tendremos alguna oportunidad en la última jornada», añade.
Sin encerronas
Cruz prefiere pensar que no habrá una encerrona ni nada raro en Na Capellera. «Habrá un buen ambiente, eso seguro. Pero vamos a jugar un partido de fútbol, no a la guerra. Espero que no suceda nada fuera de lo habitual en un encuentro entre dos equipos que se merecen estar ahí arriba. En todo caso, si hay follón, puede ser buena señal porque supondría que hemos ganado», declara el técnico.
Eso sí, el club verdinegro solicitó un trío arbitral neutral y el Comité de Árbitres de la Federació de Fútbol de les Illes Balears respondió designando como colegiado principal al catalán Calderiña Pavón, aunque no ha sentado nada bien en las instancias federativas.
Todo Sant Jordi y el fútbol pitiuso en general estará pendiente del encuentro en Manacor. Para este partido se desplazarán unos 25 aficionados verdinegros, que pudieron haber sido más si el club mallorquín hubiera aceptado adelantar el partido al sábado. Mientras tanto, la expedición del Sant Jordi viaja con los 20 jugadores disponibles y, tras el partido, hará noche en Mallorca, por lo que su regreso, bien como héroes o bien sin el ascenso, será el lunes a las 10.30.