@Noudiari/ La Sección Primera del Tribunal Superior de Justicia de Balears ha absuelto a Martín Candioti, el apicultor acusado de iniciar el incendio de Morna en Sant Joan en mayo de 2011. Candioti estaba acusado de un delito de incendio forestal por imprudencia grave a una superficie de considerable importancia, que afectó a un espacio natural protegido y con un peligro para la vida o integridad física de las personas.
La sentencia considera que por su actuación no puede imputársele una imprudencia grave, la cual requiere la omisión de “las más elementales reglas de cautela o diligencia” exigibles en la realización de su actividad. Contra la sentencia cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
“Utilizó el ahumador de un modo habitual”
“El procesado es una persona que lleva un tiempo considerable realizando la actividad de apicultor. Conocía el uso y utilización del ahumador. Hizo cursos sobre apicultura en general y de utilización de utensilios a tal fin, incluido el ahumador, en la Asociación a la que pertenecía. Tenía sus colmenas registradas y también se hallaba asegurado. Utilizó el ahumador de un modo habitual, es decir, como lo había hecho siempre y como lo hacían el resto de personas que han depuesto en el acto de juicio oral: se llenó con material combustible, se encendió, se introdujo el romero para hacer de filtro, lo cerró y comenzó a echar humo sobre la colmena a trabajar”. Todo esto se detalla en la sentencia emitida por los magistrados del TSJIB, que sí han han tachado como “seria imprudencia” el hecho de que el procesado prendiera el fuego que luego introdujo en el ahumador “en unas piedras” y fuera de este instrumento.
No obstante, el veredicto de la Sección Primera del Tribunal Superior de Balears afirma que nos se exigían medidas de seguridad adicionales para llevar a cabo esta actividad y que “en todo caso, aún en el supuesto de que se hubiera exigido y no lo hubiera pedido, ello no sería más que una infracción administrativa que no necesariamente conduciría a una imprudencia, y menos de carácter grave”.
1.576 hectáreas destruidas
Los hechos juzgados ocurrieron en mayo de 2011, cuando ardieron en la zona norte de Ibiza, en la sierra de Morna, 1.576 hectáreas, en su mayor parte catalogadas como área natural de especial protección (ANEI). El fuego provocó que se desalojaran entre 80 y 100 domicilios, que las llamas habían puesto en riesgo.
El acusado desarrollaba en la zona en el momento de iniciarse el fuego su actividad como apicultor, a la que venía dedicándose desde hacía al menos diez años. Concretamente, prendió fuego a un ahumador, lo cerró e insufló humo hacia la colmena de abejas durante diez minutos. Tras acabar, estuvo observando la colmena durante otros diez minutos, antes de abandonar el lugar y marcharse a su domicilio, llevándose consigo el ahumador, según consta en los hechos probados.