@D.V./ La noticia del asesinato del holandés Jan Buijs a manos del tío de su esposa, Josep Ribas Marí, ‘Pep de ses Eres’, ha monopolizado todas las conversaciones en el barrio de Can Bellotera. La vida del barrio se articula en torno a la carretera de Sant Josep, donde encontramos una cafetería, un quiosco de prensa, una mercería y algunas tiendas de alimentación. Pep y sus hermanos, del barrio ‘de toda la vida’, son muy conocidos y han alimentado un gran número de conversaciones. Todo el mundo da por sentado que el motivo del crimen ha sido un problema de herencias y que la familia llevaba tiempo en pleitos. Un largo problema enquistado que, finalmente, se ha llevado la vida de un hombre y que deja una viuda con dos hijos mellizos, un niño y una niña.
“Cada día venía aquí a tomarse un café”, comenta Lali, de la cafetería Can Bellotera, “era una persona bastante reservada”. En el quiosco también lo recuerdan y, especialmente, a la víctima: “¡Cómo no recordarle! Holandés, de casi dos metros”, comenta Loli, quien le vendía el periódico. Nunca pensó que lo vería protagonizando una portada por estas circunstancias: “Me parece terrible que haya gente que haga esto por dinero. Que triste que al final todo se envenene de esta forma”.
Ya sea en el quiosco, en la mercería o en la tienda de alimentación, cuando dos clientes se juntan la conversación sobre la noticia del día surge sola. Todos los vecinos, antes de expresarse, exigen el anonimato, entonces hablan sobre herencias, problemas con las propiedades, pisos que se perdieron y trifulcas familiares. “Perdió propiedades, perdió a su mujer y vivía con sus cuatro hijos en una situación económica muy complicada” comenta una vecina, quien afirma que Pep de ses Eres “tuvo muy mala suerte”.
Otra vecina comenta que Pep era “el más tranquilo de sus hermanos”, ya que alguno de ellos había tenido problemas con la justicia. Lo cierto es que el pasado lunes Josep Ribas llamó a su sobrina por teléfono y le pidió que acudiera a su finca en ses Eres. Acudió su marido y, al llegar, le disparó sin compasión. “Era un tipo callado que nunca creó ningún problema. ¿Qué le debía pasar por la cabeza? Algo se rompió en su interior, no lo entendemos” comenta otra vecina.
Josep Ribas Marí pasará este miércoles a las 9 horas a disposición judicial.
…a tomarse un café…
Luis q insinuas con…a tomarse un cafe…
Sí, mera indicación ortográfica: a tomarse un café, sí; ha tomarse un café, no.
Que va sin h
Jan Buijs? Gerardo Buijs, estimats.
Gert-Jan Buijs para ser más exactos.
Pues ese »individuo» por llamarlo de alguna manera ha dejado destrozada una familia una mujer unos niños…destrozados … mucho animo para su mujer y sus peques descansa en paz
Este hombre, sea cual sea el motivo, ha destrozado a una familia, la suya propia, su sobrina, sus hijos…
Y me parece increíble, que haya más comentarios hablando de la ortografía que del crimen.
Por alusiones permítame responderle, con todo el respeto: mire, no voy a comentar el crimen porque, como todo crimen, es trágico, triste y repudiable. Mis condolencias a la familia.
Si menciono un lapsus ortográfico no es por enmendar de forma pedante a un profesional sino por poner un granito de arena a la hora de preservar y fomentar el buen uso del lenguaje, esencial a la hora de informar. Normalmente estos lapsus son propios de las prisas, muy comunes en el periodismo.
En definitiva, si no comento un hecho fatal y sí comento un lapsus ortográfico es porque considero que en este país sobra morbo y falta educación.