@V. R. / El Formentera ha recorrido la mitad del camino del ascenso a Segunda División B y lo ha hecho con nota. Es ahora, sin embargo, cuando empieza el tramo más complicado y exigente del trayecto y donde se debe dar el do de pecho. El partido en Nou Barris es un duro puerto de montaña solo apto para escaladores avezados y un lugar donde una pájara puede dar al traste con todo, incluso con la renta de dos goles que los jugadores de Luis Elcacho han obtenido en su feudo ante la Montañesa (2 a 0). No se puede despreciar a ningún rival, pero mucho menos al subcampeón del grupo catalán, uno de los torneos de Tercera División más comptetitivos de cuantos hay en España junto con los de las comunidades de Madrid y Andalucía.
La oportunidad es única para el Formentera, un conjunto que hace dos campañas jugaba en Regional Preferente y que ahora sueña con alcanzar cotas mucho más altas y jamás conocidas antes en la isla. Hablar de la tercera ronda cuando no ha acabado la segunda sería descabellado, pero lo cierto es que ya se ha cubierto la misma parte del itinerario que queda hasta el final, tanto para unos como para otros.
Los dos goles de ventaja que el conjunto de la menor de las Pitiüses se ha ganado a pulso en su campo invitan al optimismo, pero no aseguran nada de nada. Y menos para rendir visita a un campo donde, como ha comentado el preparador del club formenterense, Luis Elcacho, la afición es de las que se hacen oír.
Eso sí, la victoria del Formentera sobre la Montañesa por 2 a 0 ha hecho que el interés por el encuentro de vuelta haya aumentado de forma considerable en la isla, con lo que se habla de la posibilidad de que alrededor de un centenar de aficionados arropen al equipo en la capital catalana el próximo domingo. La comunión de la afición con el conjunto es total y un fenómeno sociológico digno de estudio.
Fenómeno social
Formentera cuenta con una población de 11.374 habitantes según la última revisión del padrón realizada por el INE en 2013 y al campo han acudido este domingo más de 700 personas, con lo que más de un 6% de la gente empadronada en la isla ha estado presente en el estadio. Algo, cuanto menos, sorprendente.
Todo lo que ha logrado el equipo hasta la fecha y lo que esté por llegar bienvenido será para el club, que, no obstante, no tiene ningún interés especial por subir de categoría, o al menos no lo demuestra abiertamente de puertas afuera. Esto hace que los jugadores salten al campo en cada partido del play-off con la idea de ganar, sí, pero descargados de todo tipo de presión. Este factor se adivina como una de las claves del buen papel que están cuajando los futbolistas en esta fase de ascenso.