Por D.V: El anuncio de que el próximo lunes los administradores judiciales del Grupo Playa Sol solicitarán el concurso de acreedores de sus 266 sociedades ha provocado que hayamos vuelto a escuchar el nombre de la firma que se encarga actualmente de su gestión: Hiperión. Un nombre que ha supuesto la entrada en el negocio hotelero ibicenco de un actor desconocido hasta ahora en la isla pero que es quien marca el paso en la actual fase económica mundial: las sociedades gestoras de capital riesgo.
Los nuevos amos de la función
Hasta hace unos años, los capitalistas eran aquellos que fabricaban algo, un bien, un producto o un servicio. No obstante, el actual modelo que mueve la rueda de la “nueva economía” tiene otros protagonistas: unas firmas que no fabrican nada sino que se dedican a mover dinero por el mundo, entrando y saliendo de capitales de otras empresas, adquiriendo propiedades y vendiéndolas. Son los llamados fondos de capital riesgo, elementos conocidos por sus detractores como ‘fondos buitre’ y que serían los principales responsables de la burbuja crediticia que ha generado la crisis actual; según sus defensores, en cambio, son actores indispensables para que los emprendedores -al menos, los de Silicon Valley- hayan encontrado capital para hacer realidad sus proyectos.
En la actualidad, España asiste a un auténtico desembarco de estos fondos de capital. La dificultad de financiarse por los mecanismos habituales -ya que los bancos no facilitan el crédito- ha abierto la puerta a estas sociedades. En esta piscina plagada de tiburones se mueve Hiperión Capital Management, una empresa que se define a sí misma como “una compañía independiente de grupos financieros o industriales, fundada por empresarios y directivos con amplia experiencia en el sector de capital riesgo y en operaciones de reestructuración y reflotamiento de empresas”.
Polis buenos y polis malos
En este mundo sin demasiados escrúpulos que es el capitalismo financiero, Hiperión se ha ganado la fama de ser un fondo “bueno” centrado en el reflotamiento de empresas en problemas. Si tras el ERE de Telemadrid encontramos la firma de Deloitte -empresa especializada en la gestión de despidos masivos- y tras el ERE en El País al ‘fondo buitre’ Liberty, Hiperión no ha concentrado su negocio en el desguace de empresas sino en su recapitalización. Sería, por así decirlo, una especie de «poli bueno» dentro del sector.
El pasado mes de septiembre el socio director de Hiperión, Roberto Ranera, concedía una entrevista al boletín mensual de Deloitte -ese nombre que provoca escalofríos- en el que explicaba su trabajo de la siguiente manera: “Nuestro objetivo es ayudar a aquellas compañías que tienen un modelo de negocio viable pero que coyunturalmente se están viendo deterioradas por la situación económica. Consideramos que adoptando las medidas correctas, estas compañías pueden volver a una senda de estabilización y de crecimiento”. En la misma entrevista, el director de Hiperión sacaba a relucir su inversión en Eivissa: “Hemos tomado el control de una cadena hotelera en Ibiza (…) Se trata de un grupo que se encontraba con importantes problemas de control y gestión a nuestra entrada. En un año hemos conseguido culminar el proceso de turnaround (solvencia) y el objetivo para 2012 es alcanzar unas ventas de 45 millones”.
Quién es quién
Un análisis de los nombres que conforman la primera línea de Hiperión indica que estamos ante unos auténticos insiders del mundo de las finanzas. Su socio director es Roberto Ranera, que fundó la firma tras su paso por Vista Capital, una sociedad inversora controlada por Banco de Santander y Royal Bank of Scotland. Otro nombre importante de Hiperión es Víctor de la Fuente, procedente de Madrigal Participaciones, la sociedad de inversión conjunta de la Federación de Cajas de Ahorros de Castilla y León y principal músculo financiero del gobierno de esa comunidad durante la última década.
No todos los socios de Hiperión inspiran confianza, ya que entre ellos encontramos al abogado ovetense Celso González, máximo accionista durante la década de los 90 del Real Oviedo y que, tras su nefasta gestión, dejó un agujero de 30 millones de euros y al Oviedo en tercera división.
Además, el servicio de prensa de Hiperión está en manos de Deva, la empresa líder en comunicación corporativa financiera en España y que tiene entre su cartera de clientes a empresas como Altadis, Cepsa, Iberdrola, CVC Capital Partners, Imperial Tobacco o Banco de Santander.
Si GPS deja de ser rentable es posible que a Hiperión no le tiemble el pulso para intentar deshacerse de ella. De momento parece que eso no será así, y esta semana el responsable de comunicación de la compañía aseguraba que confiaban en “devolver la viabilidad a la compañía”. Esperemos que no cambien de parecer.
asco