EL GUERRERO ROJO
@L.F./ Corría 1934 cuando el escritor tejano Robert E. Howard, creador entre otros de Conan, Kull, Solomon Kane o Bran Mak Morn, personajes clásicos de la espada y brujería englobados en las publicaciones pulp de la época, decidió recrear varias contrapartidas femeninas de sus aguerridos guerreros bárbaros. Dos de ellas, Red Sonya de Rogatino, una combativa pelirroja rusa que combatía a los otomanos en 1525, y en menor medida Agnes de Chastillion (o la Oscura), que también daba guerra sin cuartel en el siglo XVI desoyendo el estereotipo de damisela en apuros, sirvieron de modelo al guionista de comics Roy Thomas (EE.UU, 1940), ferviente seguidor de la obra de Howard, para recrear junto al dibujante Barry Windsor-Smith (Reino Unido, 1949) a Red Sonja, la diablesa de la espada que se encargaría de dar la réplica al mismísimo bárbaro cimmerio, de cuya cabecera se encargaba por aquel entonces mencionado equipo creativo.
Durante el impactante desembarco de la guerrera hirkania en los números 23, La sombra del buitre (febrero de 1973), y 24, La canción de Red Sonja (marzo de 1973), de la serie regular Conan el Bárbaro, Thomas nos da detalles de los orígenes de un magnífico personaje que a pesar de su soberbio debut no fue lo suficientemente aprovechado por autores posteriores, pasando a ser un personaje infravalorado muy por debajo de sus posibilidades, una pena.
En su biografía desarrollada con posterioridad se nos explica como la pequeña Sonja, celosa del adiestramiento en el manejo de armas de sus hermanos varones, aprovecha las noches para practicar con la espada a escondidas. Poco antes de alcanzar la mayoría de edad, la tragedia se cierne sobre su familia al completo, que será masacrada sin piedad por una cuadrilla de soldados mercenarios que los asesinan a todos por pura diversión, violándola brutalmente antes de incendiar su hogar y su granja. Tras escapar a duras penas al bosque, Sonja tiene una visión en la que un ser andrógino armado con una espada promete concederle la fuerza suficiente como para vengarse de sus enemigos y conquistar el mundo, pero con una condición, que no se entregue jamás a ningún hombre si este no la derrota antes en combate. La protagonista acepta el ofrecimiento fervientemente, y es entonces cuando la aparición la toca con la punta de su espada y desaparece…no me diréis que no sea un origen chulo, caramba; de esto a que te pique una araña hay un trecho muy grande.
Al buen trabajo de Thomas debe añadirse el afortunado rediseño de la indumentaria de Red Sonja por parte de un dibujante español, Esteban Maroto, quien alejándose de la perspectiva romántica del prerrafaelista Windsor-Smith idea para su publicación a doble página en el magazine Savage Tales numº 3 el escueto bikini metálico “de monedas” tan característico como poco funcional de la protagonista. Maroto fuen también el encargado de dibujar la primera aventura en solitario de Sonja (con guión del inevitable Thomas) en el primer número de la edición americana de la mítica revista The Savage Sword of Conan the Barbarian (La Espada Salvaje de Conan el Bárbaro) publicada en agosto de 1974, llegando incluso a compartir portada junto al protagonista de la cabecera. La popularidad de la pelirroja fue en aumento (no así la calidad de sus aventuras) y llegó a disfrutar de serie propia, Red Sonja, She-Devil with a sword, dibujada casi en su totalidad por Frank Thorne a finales de los 70. De ahí en adelante, alguna serie limitada o one-shot de escaso mérito que se recreaba en su físico rotundo “protegido” por el escueto, er… blindaje, y poco más. Pero Sonja la Roja aun nos tenía deparada otra sorpresa de las gordas…
En 1985 el justamente vilipendiado productor cinematográfico Dino de Laurentiis engendra Red Sonja (la película), que en el habitual afán de cambiarle el nombre a las cosas que tenemos por estos lares se tradujo como El Guerrero Rojo. La película venía firmada por el veterano director Richard Fleischer y contaba con la recauchutada modelo Brigitte Nielsen, a quien Laurentiis decidió fichar tras haberla visto en la portada de una revista. Pero lo mejor de todo es la presencia del mismísimo ex-governeitor in person en la película. Veréis, en un principio Laurentiis tenía intención de producir una tercera entrega de la saga de Conan, pero tras el fiasco de la secuela Conan el Destructor, un molesto (y con razón) Arnold Schwarzenegger decide no participar en el proyecto. El bueno de Arnie estaba on fire, y su próxima película, Terminator, de James Cameron, podía (y resultó ser) el espaldarazo definitivo a su carrera. Ni siquiera proponiéndole que Conan sea un mero secundario logran convencerle.
Es entonces cuando Laurentiis decide financiar una película sobre Red Sonja; y Schwarzenegger, que en el fondo es un buenazo y aun se siente en deuda con el productor que le lanzó al estrellato en Conan el Bárbaro, decide hacerle el favor de participar en la peli bajo tres condiciones inquebrantables; a saber, que su presencia en esta no vaya mucho más allá de un cameo; en segundo lugar, que a pesar de la conocida vinculación en el mundo del cómic con la guerrera pelirroja su personaje no sea Conan; y por último, que su nombre no aparezca siquiera en los títulos de crédito. Es así como Schwarzenegger interpretó a un bárbaro genérico de nombre Kalidor (en el que todos reconocemos a Conan, se ponga como se ponga), pero en una típica jugarreta de Dino de Laurentiis, este falta a su palabra, y el ingenuo de Arnold se encuentra con su nombre en primer lugar, incluso por delante de la protagonista femenina del film, tanto en los carteles como en los créditos de la película…pero esa ya es otra historia.
La “actuación” de Brigitte Nielsen, fetiche de adolescencia de un servidor tras su exuberante portada a todo color en Diario de Ibiza hace ya muuuchos años, fue merecedora del no-premio Razzie (anti-Oscar) a la peor actriz novel. Es lo que tiene que te avisen de que vas a protagonizar una película con solo ocho semanas de antelación sin tener ni repajolera idea del tema. Pero así y todo debo confesar que a mi me gustó la peli, más que nada, porque recreaba visualmente a una de mis heroínas favoritas que además resultaba ser todo un personaje de culto en el que parecía impensable que alguien se fijara para llevarlo al cine. Al contrario de lo que sucede ahora, la oferta de adaptaciones de comics a la gran pantalla de la época era por lo general mala y escasa, y el ansia de los fans del género por llevarnos a las pupilas cualquier cosa relacionada con los tebeos rayaba lo enfermizo.
Pero parece que no fui el único en quedarse prendado de semejante bodrio, ya que han sido varias la intentonas de hacer un remake del original, la penúltima de ellas en un proyecto de 2008 que no llegó a fraguar. Se anuncia ahora una nueva tentativa que parece ir mejor encaminada con vistas a estrenarse en 2015 o 2016. Espero fervientemente que como sucede en estos casos la película arrastre tras de si el consabido merchandising con nuevas (y espero que buenas) adaptaciones al cómic incluidas, para que sitúen de nuevo en el candelero a la endiablada espadachina pelirroja, que bien se lo merece, ¡por Erlik!
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada en El Hondero (2013), de los guiones de la webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13), y colaborador del programa televisivo/radiofónico de TEF y Radio Èxit, Supercultura Freak Chow (2013-14) otro despropósito relacionado con el mundo del cómic…como si no hubiera cosas más importantes que hacer.
Xena, la princesa guerrera, parece inspirada en el personaje de Red Sonja.
http://www.sensacine.com/series/serie-310/foto-detalle/?cmediafile=18780825