@D.V./ Los amarres del Club Náutico de Ibiza tienen graves problemas estructurales cuya única alternativa es la demolición. Es lo que afirma el estudio de impacto ambiental del proyecto de reforma del Club Náutico de Ibiza que Autoridad Portuaria de Balears ha presentado ante el Ministerio de Medio Ambiente, y que ha sido redactado por el ingeniero de caminos Pedro Puigdengoles.
Es el segundo proyecto sobre el Club Náutico que se envía al Ministerio -el primero se envió en diciembre de 2011 y se dejó caducar a causa de la entrada en vigor de nuevas normativas ambientales- y supone una reforma en profundidad del mismo, ya que contempla la demolición y retirada de todas las estructuras marítimas de amarres existentes, del contradique, de las estructuras para almacenar pertrechos y se prevé el dragado del fondo del puerto deportivo.
El resultado sería un Club Náutico que tendrá muy poco que ver con su aspecto actual, y cuya remodelación cuenta con un presupuesto de 7’4 millones de euros, que irá a cargo de los socios con amarre del club.
“Estado muy degradado”
El estudio de impacto ambiental realizado por Autoridad Portuaria pone de manifiesto el mal estado de las instalaciones del Club Náutico y el hecho de que “no permiten garantizar en la actualidad un servicio seguro”.
Así, considera que el pantalán central presenta en su estructura “desplomes de verticalidad generalizados”, que el pantalán intermedio “está también en muy mal estado” y que en general se detecta “falta de aplomo en estructuras verticales, grietas en los pavimentos y en las edificaciones, en particular la escuela de vela”. La inspección concluye que “los elementos de amarre están en mal estado” y que pese a las múltiples reformas en el Club Náutico “éstas no han solucionado los problemas estructurales”.
Según el informe, el problema es de solución imposible ya que estas estructuras tienen una mala cimentación, por lo que “se considera necesaria la demolición de las principales estructuras marítimas que conforman la dársena deportiva del Club Náutico de Ibiza”.
La alternativa es la construcción de un nuevo muelle de ribera y la instalación de pantalanes flotantes: el pantalán exterior y el de reparto central serán de módulos flotantes de hormigón, mientras que los cuatro pantalanes de amarre interiores serán flotantes de aluminio y madera sobre flotadores de polietileno. De esta forma, el número de amarres pasa de los 298 actuales a 311 para esloras comprendidas entre los 6 y los 15 metros.
El proyecto plantea también una renovación integral de las instalaciones y servicios ya que las actuales se considerna “obsoletas”. Se instalará una nueva red de suministro de agua y eléctrico y se implantará un sistema de gestión amibental que cumpla con las exigencias de la norma ISO de calidad que determina la Unión Europea.
Dragado de 23.700 m3 de lodos
El informe también apuesta por el dragado del fondo del club deportivo y su estudio divide el muelle en dos zonas: una área menos contaminada que integra las dos dársenas y la bocana sur, de donde se extraerían 19.340 metros cúbicos de lodos que se vertirían al mar de manera controlada; y una zona muy contaminada, situada en la dársena norte, en la que los materiales -de 4.345 metros cúbicos de volumen- deberían ser tratados en tierra.
El plazo de ejecución de las obras se estima en ocho meses, con un presupuesto final de 7.447.398,22 euros.