@D.V./ “Un organismo vivo de 100.000 años de historia podría desaparecer en un sólo segundo”. Así explica la organización ecologista Greenpeace los efectos que un vertido de petróleo podría tener las praderas de posidonia que encontramos en la reserva de ses Salines de Ibiza y Formentera. “En estas aguas habita el organismo vivo más grande del mundo, y no es la ballena azul. Es una planta marina, la posidonia oceanica, que cubre una extensión de ocho kilómetros bajo estas aguas” explica Greenpeace en un comunicado informativo.
Para concienciar a todo el planeta de la existencia y la importancia de la posidonia, activistas de la organización ecologista han desplegado unas pancartas reivindicativas junto a la pradera de posidonia y también han realizado un vídeo publicitando la acción, imágenes que han publicado en su página web.
“La posidonia es una planta única en el mundo, necesita unas características ambientales muy concretas: Entre otras, aguas limpias y sin contaminar. Y aquí en ses Salines tiene las condiciones idóneas para vivir y formar auténticos bosques sumergidos que sirven de lecho para la reproducción de especies pesqueras de interés comercial” explican en un comunicado de prensa, “y a unas cuantas decenas de kilometros de aqui, está el primer bloque de prospecciones con concesión a la petrolera escocesa Cairn Energy”.
Greenpeace alerta que “si hubiese un accidente, esta pradera podría desaparecer. El uso de dispersantes químicos ante un vertido sería mortal para esta especie y para todas las especies que necesitan a la Posidonia”. Finalmente concluye que “así es la locura de las prospecciones”.