Una empresa ibicenca paga por ver pelis porno desde casa

Hubo una época en que el sustento se hacía a mano. Hoy en día, puedes intentar evitarlo si sabes limitarte a trabajar desde casa sin separarte de tu ordenador: una empresa ibicenca busca asalariado para documentar películas de alto voltaje erótico. Quizás no esté bien pagado, pero puede ser la bicoca si siempre soñaste con darte el lujo de titular como ‘Abierta hasta el amanecer’, ‘American puti’, ‘Bailando con zorras’, ‘Cabalgando a miss Daisy’, ‘El imperio se la machaca’, ‘El nardo del jedy’, ‘Tócamela otra vez, Sam’ o ‘Semental, querido Watson… (ojo, son nombres reales).

Ésta sería una de las ventajas del teletrabajo, como reza una oferta de un sector que ha pasado de los telefilmes manufacturados a los vídeos digitales online: «Se busca un actualizador para página de contenido adulto, desde el panel se le mostrará en inglés el título, tags y descripción del vídeo y deberá traducirlo al castellano, no es necesario traducción perfecta, sólo que tenga sentido lo que pone, en algunos vídeos se tendrá que escribir la descripción, se deben hacer 150 vídeos / día , supone 3-4 horas diarias de trabajo, se necesita persona seria, es un trabajo fijo a largo plazo» [los acentos se han añadido, pero lo de la puntuación ya era demasiado].

Si el trabajo ya puede resultar chocante, quizás lo es más porque se propone desde Eivissa. O no, si tenemos en cuenta la estrecha relación de la isla con la industria del porno. Y si parece una ganga trabajar desde casa, no lo es tanto a la hora de ver las condiciones: la web que difunde este tipo de ofertas concede un precio máximo de salida por la labor a realizar, en este caso 300 euros al mes por etiquetar unos 150 vídeos al día. Una tarea para la que el empleador calcula 3-4 horas diarias de trabajo, en el caso de que uno sea una persona centrada.

A partir de allí, los interesados participan en una subasta a la inversa, ofreciéndose a un menor precio para conseguir el puesto. Vamos, el paraíso de la plusvalía sino fuera porque Marx queda muy lejos y se desciende a simas más que dickensianas, feudalistas: la mayor parte de las ofertas que optan a la adjudicación son secretas, al igual que los concursos de obras públicas, pero de la sección de preguntas se revela que al menos hay un par de propuestas desde Colombia rebajadas hasta los 280 euros.