@David Ventura/ Una auténtica joya, una maravilla casi inédita, un documental muy complicado de ver y cuya proyección supone una oportunidad única. Se trata del film ‘Rafael en Raphael’, un película de Antonio Isasi-Isasmendi que se proyectará este jueves 14 de agosto en el marco del programa ‘De nit al baluard’, y que durante los próximos tres jueves del mes de agosto llenarán de cine el baluarte de Sant Pere a partir de las 22 horas.
‘Rafael en Raphael’ (1975) es un film extremadamente peculiar. Concebida como un documental en el que se analizaba la dimensión artística y sociológica del cantante Raphael -que participa activamente en el film- lo que debía ser en principio una especie de hagiografia laudatoria sobre el astro, acabó convirtiéndose en un artefacto abracadabrante, insólito, lleno de momentos bizarros y delirantes, y que también supone un ajuste de cuentas con la cultura popular auspiciada por el régimen franquista, lo que posteriormente se ha denominado ‘franquismo Pop’.
La película no gustó nada al artista jienense, que ordenó la destrucción de todas sus copias y intentó que no se estrenara en salas comerciales. La película se estrenó en noviembre de 1975, pocos días antes de la muerte de Franco, de tapadillo, y fue un fracaso comercial. Con el paso de los años, ‘Rafael en Raphael’ se ha agigantado hasta convertirse en un título mítico, legendario, del que algunos dudan incluso de su existencia, y que se ha proyectado en festivales especializados en ‘cine bizarre’.
Cuarenta años después de su rodaje, ‘Rafael en Raphael’ es un título insólito en la carrera de Antonio Isasi, quien en este título demuestra nuevamente su enorme talento en la sala de edición y su hábil uso de los montajes alternos. La película será presentada por el gestor cultural Carles Fabregat y, para ponerles en situación, ¿qué les parece saborear una de sus escenas más famosas? Se trata de la interpretación de ‘El Indio’ (también conocido como ‘Aguila Negra’ que fue popularizado por Gomaespuma en un gag), aunque también podríamos haber escogido la escena en la que El Cordobés aparece completamente embriagado, y no precisamente de poesía…