Soy miedosa, lo sé. Lo intento llevar lo mejor que puedo, pero hay muchas cosas que me dan miedo. Hoy por ejemplo, me he asustado bastante con una llamada de teléfono. Suena, contesto, y me habla una voz mecánica mucho menos humana que la de Hal 9000 de Odisea 2001: “Un-momento-por-favor-enseguida-le-atenderá-un-operario”. Esa voz metálica y fría me ha encogido el corazón. Para no demostrar mi miedo y hacerme la fuerte, he comentado con cierta risita fingida: “El operario será humano, ¿verdad?” El Hal 9000 telefonista se ha quedado en silencio, no ha contestado, no ha puesto ni una musiquita de espera ni nada. Silencio. Los dos en silencio. No sabía si seguía al aparato o no, tampoco se escuchaba su respiración, los Hal 9000 no respiran. Me he empezado a poner nerviosa. He colgado.
Enseguida le atenderá un operario, me dice el Hal ese pero, ¿atenderme de qué? Si yo estaba aquí tan tranquilita disfrutando de mi nueva aspiradora. Si yo no he llamado a nadie, ni he pedido nada. Al rato ha vuelto a llamar, pero no he descolgado. Y ha vuelto a llamar más tarde, y más tarde. La persistencia de los Hal 9000 telefonistas puede llegar a ser infinita. A veces son auténticos acosadores.
Vi una vez una película de una familia que instalaba un sistema domótico ultra moderno en su casa, y no podían haber hecho nada peor. El ‘máquina’ se enamora de la señora de la casa y para qué queremos más. Te pasas la peli deseando que le de un cortocircuito o algo. ¡Pasé un miedo y un mal rato! El ama de llaves de Rebeca era mucho más humana, dónde va a parar.
Vi una vez una película de una familia que instalaba un sistema domótico ultra moderno en su casa, y no podían haber hecho nada peor. El ‘máquina’ se enamora de la señora de la casa y para qué queremos más.
A mí esto de las maquinas humanizadas me da pavor. Recuerdo los autómatas que había metidos en urnas, en las ferias de los pueblos y en el parque de atracciones. De niña los miraba con verdadero terror. Ya Freud habla de este pánico, bastante común por cierto, en Lo siniestro.
Otra cosa que me da mucho miedo son los aparcamientos subterráneos. Paredes oscuras, coches apagados y aparcados, silencio, frío, eco. Voy escuchando mis pisadas con el oído alerta por si percibo otras que no sean las mías. Paso unos nervios… Es el escenario perfecto para cualquier cosa horrible. De hecho en las películas en cuanto sale un parking ya te puedes esperar lo peor; un tiroteo, un asalto, un apuñalamiento… En fin, nada tranquilizador un parking. Al del hospital de Can Misses, aún no he ido, pero he leído en prensa que ahí el susto está garantizado. ¡Vaya precios que han puesto! Los robos asustan una barbaridad.
¿Y lo de subir con un desconocido en ascensor? Todos queremos hacer ver que estamos cómodos. Todos intentamos hacernos los normales encerrados con una persona extraña en un espacio claustrofóbico. Todos fingimos. El otro también finge. Nadie está a gusto, nadie se siente seguro. Los segundos, o minutos, dependiendo de a qué piso vayas, se hacen eternos. Yo suelo poner la cara en ‘Stand By’. Pero eso sí, no quito ojo al intruso ni un momento. Lo miro disimuladamente, por el rabillo del ojo. Es muy importante tenerlo controlado. No sabría decir cuántas películas hay en las que alguien es asesinado en un ascensor. A la que te descuidas… ¡Zas! Te han matado. Después, alguien llama al ascensor y cuando se abren las puertas… ¡Susto! Un muerto.
No es nada tranquilizador un parking. Al del hospital de Can Misses, aún no he ido, pero he leído en prensa que ahí el susto está garantizado. ¡Vaya precios que han puesto! Los robos asustan una barbaridad.
Si os digo la verdad, al final, lo que menos miedo me da son los zombies, los monstruos, los extraterrestres, los dinosaurios y todas esas cosas. Al menos, por aquí por donde vivo, nunca he visto uno. Aunque, por aquí por donde vivo tampoco he visto ningún ascensor, ni ningún parking subterráneo. En el campo no usamos de eso.
Vuelve a sonar el teléfono ¡Me tiene de los nervios! Estoy por descolgar y gritarle “Haaaal, ¡Acosadorrr de la pradera! ¡No puedoooooorrrr!” Igual así consigo asustarle yo y me deja pasar la aspiradora tranquilamente. ¡Qué pesado!
Sí guapa tienes razón , yo también soy miedosa como mucha gente aunque no lo dicen, no queda bien ante los demás .
El miedo es a veces necesario.