EL VIENTO DE LA LANGOSTA
Si la semana pasada hablábamos de Road to Perdition, la novela gráfica que dio lugar a la mejor adaptación cinematográfica de un cómic no superheroico, esta semana reseñaremos otro magistral tebeo que generó la que sin duda es la mejor de todas ellas, pero en formato animado. Fue precisamente así como a mediados de los 80 descubrí esta maravilla del ilustrador de cuentos infantiles Raymond Briggs (Reino Unido, 1934), quien ya sentara precedente en la BBC con la magnífica adaptación a la pequeña pantalla de The Snowman y que dio el salto a los relatos para adultos con esta demoledora oda antibelicista en toda regla.
En plena guerra fría, el autor se basó en sus progenitores para recrear a Hilda y James Bloggs, una pareja de apacibles jubilados británicos que viven solos a las afueras de Londres. Cuando la radio anuncia el comienzo de la 3ª y definitiva guerra nuclear, ambos se afanan a construir su propio “refugio” en casa (que no aguantaría en pie ni el primer resoplido del lobo feroz) en base su propia experiencia pasada durante la 2ª Guerra Mundial y a las directrices de los panfletos gubernamentales.
La pareja de adorables ancianos, fácilmente identificables con nuestros propios padres o abuelos, no sucumben al desánimo, y prosiguen con su poco estresante ritmo de vida habitual y sus sencillas tareas cotidianas, confiados en que pronto cesará la tormenta. Su tierna ingenuidad y la absoluta desinformación sobre una catástrofe que les supera en mucho resultará inevitablemente fatal para los protagonistas.
Con un recurso tan efectivo como el de no apartar el foco de la acción de los dos personajes mientras expone un profundo y doloroso contraste entre la sencillez de sus vidas y la magnitud de la tragedia, Briggs consigue recrear una historia devastadora que abunda en el sinsentido absoluto de la guerra, un tema que desafortunadamente sigue de rabiosa actualidad, confirmando la teoría de que no aprenderemos nunca, jamás, de nuestros errores más nefastos.
Las viñetas están estructuradas de forma inusual, como si fueran un recopilatorio de tiras de prensa en las que el tamaño, colorido y cantidad de las mismas por página evoluciona a la par que lo hacen los acontecimientos. El estilo pretendidamente infantil de Briggs dota aun de más humanidad si cabe a los personajes; pero no os engañéis, esto no es un cuento para niños. Es más, me atrevería a afirmar que ni siquiera resultaría apto para muchos adultos por la fortísima carga emocional que acumula en sus páginas y la dureza de su alegato final.
La original propuesta del autor, publicada durante un duro recrudecimiento de la guerra fría azuzada por santones del neoliberalismo en boga de la época como Margaret Tatcher o Ronald Reagan pronto ganó en popularidad y éxito, consiguiendo el merecido favor tanto de crítica como de público. Solo cuatro años más tarde, en 1986, se estrenaría la película animada de 80 minutos de duración; una fiel adaptación del cómic que contaba con el propio Briggs al guión. Cabe destacar la magnífica banda sonora compuesta por Roger Waters (Pink Floyd) y su magnífico tema principal, When the wind blows, (título del original en inglés) interpretado por un David Bowie que también se hizo cargo de la producción de este filme, catalogado merecidamente por la revista Time como una de las mejores 25 cintas de animación de todos los tiempos.
Un trabajo altamente recomendable en cualquiera de sus formatos…lástima que quienes debieran prestarle especial atención y tomar nota para aprender de las tragedias del pasado hagan caso omiso, y nos sigan guiando por la senda del horror y la barbarie que traen consigo el viento de la langosta.
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada en El Hondero (2013), de los guiones de la webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13), y colaborador del programa televisivo/radiofónico de TEF y Radio Èxit, Supercultura Freak Chow (2013-14) otro despropósito relacionado con el mundo del cómic…como si no hubiera cosas más importantes que hacer.
Tuve ocasión de ver la cinta por televisión en su día. Tienes toda la razón, es brutal. Sensacional.
La han pasado un par de veces, si mal no recuerdo, pero ya hace mucho tiempo, en la 2 de tve.