@Julio Herranz/ No es de extrañar que desde hace varias temporadas no pare de crecer el número de beach clubs que se están abriendo en el litoral ibicenco. Menudo chollo. Consentido por los ayuntamientos y el Consell, al parecer por un vacío legal sobre la regulación de este tipo de negocios depredadores del medio ambiente, la jugada es redonda: discotecas diurnas al aire libre que cotizan al fisco por sólo el 10 por ciento, cuando las nocturnas y reguladas lo hacen al 21 por ciento. Un claro agravio comparativo sin matices, hablando tan sólo en terminos de rentabilidad económica pura y dura. Porque si entramos ya en los derechos ciudadanos de poder disfrutar de un día de playa sin tener que soportar una insufrible banda sonora chunda chunda que altera la tranquilidad deseada por las familias, la cosa ya entra en el terreno del terrorismo acústico impune para beneficio de los ‘listos’ de turno.
Desde mi condición de residente en la castigada Platja d’en Bossa desde hace ya la friolera de 40 años, he ido viendo, golpe a golpe, abuso a abuso, como se ha ido desarrollando este infame despropósito. El antecedente del exitoso y consentido fenómeno ‘alegal’ fue el Bora Bora, que por varias temporadas fue el único en tener durante el día un dj dando caña ante el estupor de los vecinos de la zona, que, con razón, sospechábamos que el propietario tendría algún enchufe en el corruptible Ayuntamiento de Sant Josep, siempre tan laxo él a la hora de hacer cumplir las leyes. Especialmente cuando lo gobierna el Partido Popular, como queda de manifiesto por los casos denunciados por la gente del GEN y otros grupos que defienden el respeto al medio ambiente.
Pues nada, que siga la fiesta privada y que nos jodamos los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos con la ingenua pretensión de que las instituciones defiendan nuestros derechos y los del patrimonio de todos.
Y claro, ante los llenazos que lograba y la caja que estaría haciendo el chiringuito discotequero diurno anexo a los apartamentos Jet, pronto le fueron surgieron imitadores, naturalmente. El más ostentoso, exagerado y a lo bestia fue el Ushuaïa, que se levantó en pocos meses y con la bendición, claro, de la derecha gobernante, pues al frente estaba un Matutes junior. Luego ya la cosa fue creciendo como hongos. Y actualmente, la parte de Platja d’en Bossa que pertenece a Sant Josep es una sucesión de beach clubs, algunos más osados y pasotas que otros. Como el caso del Delano y del propio Bora Bora, que tienen puesta la música disco desde antes de las nueve de la mañana; según compruebo cada día cuando paso por delante en mi paseo terapéutico.
Y arruinada una playa, se veía venir que la metástasis crecería en toda la isla, como se pudo comprobar hace dos domingos (si mal no recuerdo) en el suplemento publicitario que sobre los beach clubs sacó es Diari. En una de las páginas aparecía el mapa de Ibiza contorneado por sus nombres y ubicación. El número mayor, por supuesto, era el de mi playa, pero los había, practicamente, en toda la costa. Y lo más indignante era leer cómo presumían los propietarios de lo estupendo que era para la isla semejantes negocios, que daban trabajo a tanta gente y nos volvían a poner en la cresta de la ola turística. Pues nada, que siga la fiesta privada y que nos jodamos los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos con la ingenua pretensión de que las instituciones defiendan nuestros derechos y los del patrimonio de todos. Anda hombre, eso no vende.
Apreciado Julio, te doi casi toda la razon, pero, una observacion, y es que el Ushuaia se abrio gobernando el Sr. Agustinet, sea un poco mas estricto siendo Usted quien es, que ya se sabe que tambien esta Usted de campaña. Delano se abrio en epoca PSOE. La mayor proliferacion de Beach Clubs y Party Boats fué gobernando el PSOE en el Consell con la Sra. Pepa Mari de Consellera. Y recuerde que si se logra que dejemos de tener turistas en edificios residenciales sera gracias a una ley que el PSOE voto en contra, o quiza es Usted de los que aprovechan el tiron de la zona y alquilan su apartamento a turistas? Caballero el hacia Yo un poco mas cabal
Tienes toda la razón, Josepi.
Gracias ‘Josepí’, por tu comentario, pero no estoy en campaña electoral pro PSOE. Como también te agradezco las precisiones que haces sobre cómo, quién y cuándo se autorizaron los negocios que critico en mi columna. Y si entonces eran instituciones gobernadas por el PSOE (no lo recordaba, mi memoria es corta), pues valga también la crítica para ellos la opinión expresada. Así les va, y no tengo intención de votarles más si siguen por ese camino anti social. Por cierto, vivo en un apartamento alquilado y no tengo ninguna propiedad en la isla, ni en ninguna parte; así que no me beneficio del turismo, como insinúas en tu escrito. Y para evitar malentendidos, colgaré esta aclaración también en facebook. Saludos.
Ese es el Julio que me gusta y recuerdo. Gracias por tu comentario. Un saludo
Toda la razón a Julio y parcialmente a Josepí. No hay diferencia entre el modelo económico del PP y del Psoe en lo que se refiere al turismo desarrolista. Pepa Marí fue una firme defensora del chunda chunda a todos los niveles. Espero que se vaya pronto el PPsoe.
Julio, gracias por tus reflexiones.
La verdad es que esta isla cada vez va a peor.
Los Beach Club, son unos locales que como los demas, se pasan la legislacion por el forro, con el beneplacito de las administraciones. La musica aunque la pongan en funcionamiento de dia, claramente sobrepasa los decibelios que se hallan estipuladoas en la normativa del ruido. Y ya no hablemos de los aforos, que se los pasan por el forro hasta el dia que ocurra una desgracia. Pero eso de momento no le importa ni a los propietarios, ni a los politicos. En cuanto a Agustinet, otro payaso de la politica pitiusa, que si alguien espera que haga algo al respecto, ya puede hacerlo sentado, y lo digo con conocimiento de causa.
Quiero ir a la playa con mi familia y oír el sonido de las olas del mar, algo imposible en esta isla.
La semana pasada fui a la Torre den Rovira y lo conseguí , era fantástico podía oír el sonido de las olas y el ruido de un motor de un llaut con su clásico motor que deleitaba mis oídos.
A los diez minutos llegó un Party_boat con sus GUIRIS borrachos y su musica a todo volumen.
TERRORISMO ACÚSTICO la definición perfecta, con el beneplácito de ppsoe, da igual!
YO YAMBIÉN QUIERO ESCUCHAR LAS OLAS!!!!!
A mi personalmente me entristece mucho ver en lo que se está convirtiendo nuestra isla… Una vez más,y todo por la pasta como no… ,se están olvidando de que por culpa de estos «clubes» esta desapareciendo la esencia de nuestra querida ibiza que tan famosa la hizo…,A donde fueron a parar esos chiringuitos a los que podías ir con chanclas, todavía con arena en los pies por que venías de la playa, sin necesidad de subirte a unos tacones o ponerte un kilo de rimmel,tomarte una caña a un módico precio aunque fuera en un vaso de plástico y escuchar «buena música» DE FONDO ??? Por no hablar ya de que pronto no podremos ir a tumbarnos a ninguna playa sobre «nuestra» toalla a la sombra de «nuestra» sombrilla y poder echarte una siestecilla escuchando los barquitos o las gaviotas… A donde??? Luego como siempre vendrán los arrepentimientos… Cuando ya sea demasiado tarde…
YO YAMBIÉN QUIERO ESCUCHAR LAS OLAS!!!!!
Muy bien Jarita. Que buen slogan para comenzar una campaña contra el exceso de ruidos en esta isla. Ojalá alguien lo recoja.
La campaña contra el ruido está comenzada hace unos veranos, por una plataforma de vecinos, de playa den Bossa. Por supuesto las instituciones no tienen ningún interes en que se divulgue nada de esto…