@Julio Herranz/ Exactamente, al guapo, renovado y ampliado Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE), que dirige Elena Ruiz Sastre. Un ciclo realmente interesante, organizado por Enrique Juncosa, gestor cultural de altos vuelos nacionales e internacionales, poeta él mismo y narrador en desarrollo de mérito. Tercera entrega consecutiva ya de una propuesta que ha traído a la isla a figuras de renombre, como Francisco Brines, Luis Antonio de Villena, José Carlos Llop o Antoni Marí, entre otros.
La de este año comenzó el pasado jueves 2 con la intervención de Juan Manuel Bonet, una figura de notable prestigio en el mundo del arte como gestor cultural y crítico, aunque menos como poeta, aunque en esta disciplina también tenga una larga trayectoria, con una serie de libros en su haber que no son muy conocidos fuera del circuito de aficionados. Desde luego, mucho menos que su labor en el otro campo de sus intereses, pues Bonet ha ejercido cargos importantes en el IVAM de Valencia y en el Museo Reína Sofía de Madrid, siendo actualmente el director del Instituto Cervantes de París. Es decir, todo un personaje de peso cultural indudable. Por eso fue una pena que no fuéramos muchos los que subimos al MACE para disfrutar de su poesía. ¿Poca promoción del acto, pereza de los interesados en la lírica para subir a Dalt Vila? Pues igual sí; pero lamentable en cualquier caso, porque no hay muchas oportunidades de tal nivel en esta Ibiza turística, tan ajena al arte, la verdad.
Fue una pena que no fuéramos muchos los que subimos al MACE para disfrutar de su poesía. ¿Poca promoción del acto, pereza de los interesados en la lírica para subir a Dalt Vila?
La segunda entrega del ciclo tuvo lugar el pasado jueves 9 con la presencia de Francisco Ferrer Lerín, una figura realmente singular, sorprendente y atrayente del panorama literario nacional. Poeta, narrador y ornitólogo especialista en aves necrófagas. Su trayectoria en el campo de las letras ha pasado por etapas fertiles y de cierto eco seguidas de silencios largos, aunque en los últimos años ha vuelto a retomar la pluma con una dedicación que está siendo aplaudida sobre todo por la crítica, ya que el gran público tampoco está muy enterado de su producción, pero no parece que la cosa le preocupe demasiado, pues su trayectoria ha estado siempre más bien a la sombra que a la luz de los focos mediáticos culturales que cuentan por estos pagos. Es decir, un ‘rara avis’ (nunca mejor dicho dada su afición por los pájaros) que merece la pena conocer y disfrutar. Y que como personaje real ha aparecido en algunas obras de varios amigos suyos. Por ejemplo, en el ‘Diario de un hombre humillado’, del poeta novísimo y narrador Félix de Azúa.
El cierre de este tercer ciclo de lecturas poéticas en el MACE se celebrará el próximo jueves día 16 (a las 19,30 horas, entrada gratis) con la intervención de Blanca Andreu, más conocida acaso para los aficionados a la lírica que pinten canas por el eco mediático que tuvo en los primeros ochenta su irrupción en el panorama literario español con un poemario de corte surrealista que ganó el Premio Adonáis, ‘De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall’; libro sugerente, llamativo y de cierta gracia, que dio bastante que hablar en el mundillo. Sobre todo por la juventud y belleza de su autora, más o menos apadrinada en cierta forma por Francisco Umbral, todo un experto en lanzar al ‘estrellato’ a la gente que le interesaba. Además, Blanca Andreu se casó luego con el añorado Juan Benet, uno de los narradores más especiales del país; así que su nombre, ahora más bien en un plano discreto, se movió muchos años por los escaparates del chismorreo literario.
Será la segunda vez, si mal no recuerdo, que Blanca Andreu venga a Ibiza. La anterior, para una lectura poética en Sa Nostra a principios de los noventa, me la perdí por estar fuera de la isla. Algo que, por desgracia, volverá a suceder, porque justo ese día estaré en Dublín. Una pena.