@Noudiari / Los propietarios de la UA12 de ses Feixes de’s Prat de Vila continúan indignados con la enorme demora que está sufriendo la respuesta por parte del Ayuntamiento de Eivissa referente al uso que se le dará a sus terrenos.
Explican que, independientemente de que lucharán hasta el final porque sus parcelas sean tratadas como urbanas, al igual que fueron en su día, no entienden el silencio administrativo. Su portavoz, Javier Luquín, ha dejado claro claro que ellos tienen sus ideas muy claras y no las van a cambiar pese a lo que puedan hacer otros propietarios: “No tengo ni idea lo que las otras unidades de actuación quieren hacer, pero lo que sí tenemos claro es que la UA12 defenderá siempre los derechos de propiedad de sus terrenos, así como la clasificación como malla urbana de la ciudad de Eivissa”, afirma.
Han sido más de 20 años de lucha y a día de hoy todavía no saben qué pasará con el dinero invertido y los terrenos cedidos en su día al Ayuntamiento, cuando les dijeron que podrían construir en ellos. Consideran que están siendo víctimas de un vapuleo sin precedentes, y que los únicos perjudicados son ellos, “con independencia del responsable político de turno que gobierna desde Can Botino”, matiza Luquín.
Hace ya muchos meses de las ultimas elecciones municipales y aseguran que nadie les ha llamado con ninguna propuesta: “A pesar de que en campaña electoral, a todos los pretendientes de la vara de mando se les llena la boca de intencionalidad de resolver este tema de inmediato, por el bien común de la ciudad, su imagen turística, y los legítimos derechos de sus propietarios”, explica Luquín.
Los propietarios dan por hecho que es un tema escabroso para las autoridades, ya que el problema viene heredado de anteriores legislaturas, “pero en algún momento habrá que coger el toro por los cuernos”, dice Luquín, “y dar una solución; son ya tantos años de enquistamiento que parece que nadie quiere afrontarlo, que nadie sabe cómo hacerlo, o lo que es peor, que nadie tiene la voluntad y capacidad de gestionar los problemas de esta ciudad”.
No quieren consentir que sus tierras sean “ni infravaloradas por intereses partidistas, ni reclasificadas por supuestas y falsas reclamaciones ecologistas”. Tanto si deciden desarrollar el plan especial, como construir un parque o dejarlo como está, insisten en que “hay un grupo de familias que tienen unos terrenos heredados de sus abuelos y no pueden ni disfrutarlos, ya que actualmente hasta para limpiarlos hay que solicitar licencias”. Consideran que están siendo «ninguneados», y lo que temen por la lentitud del proceso es que “sus hijos también hereden esta penosa situación”.
“Razones supuestamente medioambientales que han impedido lavar la cara a una zona totalmente expuesta a los turistas, y han permitido que esté en una situación más que lamentable”, matizaba por último su portavoz Javier Luquín.