@Noudiari/ Los sondeos acústicos que se detectaron en aguas situadas al norte de la isla de Menorca en abril de 2013, que fueron ocultados en su momento por el Ministerio de Medio Ambiente y que posteriormente el Govern Balear atribuyó a la compañía Seabird Exploration, en realidad se prolongaron durante un año, según denuncia la Alianza Mar Blava.
En un comunicado, la Alianza ha dado a conocer un informe de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar con fecha del 11 de noviembre sobre el proyecto de adquisición sísmica promovida por Spectrum Geo Limited en el mar Balear, que confirma que los sondeos sísimicos se prolongaron durante un año y cita textualmente: “Esta Dirección General ha tenido conocimiento de la detección mediante hidrófonos en las aguas circundantes a las islas Baleares de detonaciones de air-guns desde julio de 2012 hasta julio de 2013”.
En otro pasaje de este informe, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar se hace eco de las afecciones en cetáceos que han provocado estos sondeos: “Durante esta época se ha detectado una distribución y abundancia anómala de cachalotes en la zona del sur de las islas Baleares, que podrían ser consecuencia de esas detonaciones, y que pueden suponer un riesgo para esta especie. No se tiene conocimiento, a pesar de haber consultado a todos los organismos que pudieran estar relacionados con una posible campaña de sísmica, de que se haya autorizado una prospección de ese tipo en el entorno de las islas Baleares. Estos hechos resultan preocupantes y recomiendan la precaución a la hora de evaluar este tipo de proyectos”.
Pedirán responsabilidades
Un informe que confirma las sospechas de que estos sondeos acústicos, independientemente de la distancia a la que se efectuaran esas adquisiciones sísmicas, sí produjeron afecciones sobre especies protegidas y otras variables ambientales a nivel balear. “Organismos independientes detectaron que a consecuencia de ellas se produjeron, en aguas baleares, movimientos erráticos de rorcuales y cachalotes, precisamente en una época crítica, la reproductora, y sobre unas especies en franca regresión y protegidas a nivel nacional e internacional” informa la Alianza Mar Blava en un comunicado.
Además de su afectación sobre la fauna marina, estos sondeos son presuntamente ilegales ya que no se comunicaron a las autoridades competentes. Una situación que ha sido denunciada por la asociación Centaurea y que ya ha tenido respuesta de a Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, quien ya ha decidido realizar actuaciones previas para determinar los hechos sucedidos por si es necesario incoar un procedimiento sancionador”.
Finalmente, la Alianza asegura que seguira investigando estos hechos e insta al Ministerio de Medio Ambiente, al de Industria y Energía, y al Govern Balear, a que “entren a fondo en este asunto para que estos hechos no queden impunes y se depuren debidamente las responsabilidades a las que eventualmente hubiera lugar”, ya que “la Administración tiene medios suficientes para averiguar dónde se llevaron a cabo en realidad estos sondeos acústicos y, de haber sido en aguas españolas, qué empresa o entidad los realizó, si ésta contaba con la necesaria autorización de la Administración”.